La Fiesta del Año Nuevo Mapuche o “We Tripantu” es un día sagrado y festivo para los mapuches, que se celebra todos los años el 24 de Junio. Los festejos del Año Nuevo Mapuche son considerados parte histórica de la cultura milenaria de Chile, y por ende, una de las atracciones más importantes de ese país.
Los rituales mapuches consisten en bailes, la ofrenda de platillos de la comida típica y la acción de sumergirse en ríos o bajo la caída de agua como acto de purificación. Asimismo por la noche se realizan fogatas como símbolo de la renovación del pensamiento mapuche y de preparación del fuego de la vida.
El 23 de Junio al inicio del anochecer, por lo general antes de las 18.00 horas, comienza un evento natural lleno de magia que para muchos pasa desapercibido. Se trata del “We Txipantü” (Año Nuevo Mapuche).
El amanecer del 24 de Junio el pueblo Mapuche celebra según su calendario lunar, el comienzo del año nuevo, para ellos será el año 12.478.
Cuando empiezan a trinar los primeros pájaros, los mapuches levantan a los niños primero y los llevan a lavarse en algún río (tiene que ser agua en movimiento, que corra). Deben lavarse prolijamente el cuerpo de lo negativo del año que pasó. En el agua se va todo lo viejo, los malos espíritus, las enfermedades y los malos pensamientos.
Antes de que salga el sol, el mapuche se reúne para realizar el “nguillan mawún” (ceremonia del amanecer), donde se comunican con las fuerzas del cosmos. Cuando el sol aparece por las montañas del este, los mapuche gritan: “Auki we tripantu” (llegó el año nuevo) y “Wiñoi tripantu” (regresa el amanecer). Durante todo el día se juega “palín” (juego parecido al jóquei o a la chueca), se hace “nguillatún” (ceremonia de agradecimiento). Además se bautiza a los niños con los nombres de antepasados y abuelos, mediante la ceremonia del “lakutun”.
Fenatral, a través de este Blog, saluda a todo el mundo mapuche, y reconoce en ellos la sabiduría que otorga el respeto y conocimiento de la pachamama -madre tierra-, el mantener el reconocimiento de su propia organización y el trabajo comunitario, que de una u otra forma nos ha llegado a todos, permitiendo relacionarnos con nuestros hermanos de clase, en beneficio de todos los trabajadores organizados.
Recomendamos documentarse en un intetresante artículo de El Ciudadano, que nos invita a todos los habitantes del hemisferio Sur a hacer suyo este We-tripantu (Año Nuevo), más real y en concordancia con las normas naturales. Hacer de ella un punto de referencia para el reencuentro con la vida en coexistencia con la tierra, naturaleza, los espíritus y el tiempo, en el siguiente enlace .
Los rituales mapuches consisten en bailes, la ofrenda de platillos de la comida típica y la acción de sumergirse en ríos o bajo la caída de agua como acto de purificación. Asimismo por la noche se realizan fogatas como símbolo de la renovación del pensamiento mapuche y de preparación del fuego de la vida.
El 23 de Junio al inicio del anochecer, por lo general antes de las 18.00 horas, comienza un evento natural lleno de magia que para muchos pasa desapercibido. Se trata del “We Txipantü” (Año Nuevo Mapuche).
El amanecer del 24 de Junio el pueblo Mapuche celebra según su calendario lunar, el comienzo del año nuevo, para ellos será el año 12.478.
Cuando empiezan a trinar los primeros pájaros, los mapuches levantan a los niños primero y los llevan a lavarse en algún río (tiene que ser agua en movimiento, que corra). Deben lavarse prolijamente el cuerpo de lo negativo del año que pasó. En el agua se va todo lo viejo, los malos espíritus, las enfermedades y los malos pensamientos.
Antes de que salga el sol, el mapuche se reúne para realizar el “nguillan mawún” (ceremonia del amanecer), donde se comunican con las fuerzas del cosmos. Cuando el sol aparece por las montañas del este, los mapuche gritan: “Auki we tripantu” (llegó el año nuevo) y “Wiñoi tripantu” (regresa el amanecer). Durante todo el día se juega “palín” (juego parecido al jóquei o a la chueca), se hace “nguillatún” (ceremonia de agradecimiento). Además se bautiza a los niños con los nombres de antepasados y abuelos, mediante la ceremonia del “lakutun”.
Fenatral, a través de este Blog, saluda a todo el mundo mapuche, y reconoce en ellos la sabiduría que otorga el respeto y conocimiento de la pachamama -madre tierra-, el mantener el reconocimiento de su propia organización y el trabajo comunitario, que de una u otra forma nos ha llegado a todos, permitiendo relacionarnos con nuestros hermanos de clase, en beneficio de todos los trabajadores organizados.
Recomendamos documentarse en un intetresante artículo de El Ciudadano, que nos invita a todos los habitantes del hemisferio Sur a hacer suyo este We-tripantu (Año Nuevo), más real y en concordancia con las normas naturales. Hacer de ella un punto de referencia para el reencuentro con la vida en coexistencia con la tierra, naturaleza, los espíritus y el tiempo, en el siguiente enlace .
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