lunes, 30 de abril de 2012

Día Internacional del Trabajador


¿QUE TIENEN EN COMUN ESTAS PERSONAS CON NOSOTROS?

Prisión:

·                     Samuel Fielden, inglés, 39 años, pastor metodista y obrero textil, condenado a cadena perpetua.
·               Oscar Neebe, estadounidense, 36 años, vendedor, condenado a 15 años de trabajos forzados.
·                     Michael Schwab, alemán, 33 años, tipógrafo, condenado a cadena perpetua.

Muerte en la horca:

El 11 de noviembre de 1887 se consumó la ejecución de:
·                     Georg Engel, alemán, 50 años, tipógrafo.
·                     Adolf Fischer, alemán, 30 años, periodista.
·           Albert Parsons, estadounidense, 39 años, periodista, esposo de la mexicana Lucy González Parson aunque se probó que no estuvo presente en el lugar, se entregó para estar con sus compañeros y fue juzgado igualmente.
·                     August Vincent Theodore Spies, alemán, 31 años, periodista.
·                     Louis Lingg, alemán, 22 años, carpintero para no ser ejecutado se suicidó en su propia celda.

Este año, como Fenatral, más que hacer un homenaje histórico a la fecha del primero de mayo de 1886, año en donde los trabajadores iniciaron una serie de huelgas para revindicar el justo derecho de una jornada de 8 horas, las que tuvieron como resultado las injustas condenas a prisión y muerte de estos trabajadores, llamamos a pensar en la historia del 1° de mayo.
Queremos enfatizar que las luchas reivindicativas son dadas por personas comunes y corrientes con un alto compromiso social y de clase, son trabajadores como todos nosotros con necesidades y sueños de que nuestra sociedad sea más justa y equitativa en la repartición de la riqueza, que nuestros hijos tengan la justa aspiración de poder estudiar, desarrollarse y poder ser mejores personas, que nuestras futuras generaciones puedan vivir en un ambiente libre de contaminación, sin que se depreden más nuestras riquezas naturales, pareciera que son cosas simples de alcanzar, sin embargo el capitalismo es salvaje y depredador y no permitirá que estos derechos se concreten.
Inmediatamente surge la pregunta ¿que haremos al respecto? continuar con nuestras vidas individuales, con nuestras diarias preocupaciones pensando que son solo nuestras, ¡no!.  Es momento de reaccionar y no solo creer y esperar que las cosas pueden cambiar, sino hacer que ello ocurra y por eso hay que luchar, tal como los hicieron los Mártires de Chicago, no solo pensando en ellos sino en todas las generaciones futuras que harían uso de algo que ahora parece tan simple, como es tener una jornada de 8 horas diarias.
Este sencillo homenaje no tiene mayores pretensiones, sino simplemente que pensemos en conjunto como trabajadores que tipo de sociedad queremos y lo más importante de todo es que las herramientas para cambiarla están a nuestro alcance, solo que no nos hemos dado cuenta que es posible utilizarlas. Alguien dijo que “un largo viaje comienza con el primer paso”, no temamos darlo, es nuestra responsabilidad social ética y moral.

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