martes, 5 de febrero de 2013

Violeta Parra Sandoval, 5 de febrero

Amiga soy de la lluvia
porque es un arpa cantora
de alambres y de bordonas
que tuntunean con furia...
Violeta Parra
Existen fechas que no deben ser pasadas por alto, y aunque lamentable el día de hoy es recordado por el fallecimiento de la gran Violeta Parra.
Violeta Parra constituye un referente de la música popular chilena para el mundo. Su veta artística se plasmó en numerosos matices: artista de radio, compositora y recopiladora folclórica, artista plásticapoeta. Su obra pudo llegar al público masivo gracias a la efectiva relación que tuvo la artista con la industria musical, convirtiéndose así en un ejemplo de cómo la industria y el arte pueden tener una relación armoniosa. 

Hija de una familia tradicional del sur de Chile, Violeta vivió los primeros años de su infancia en distintas localidades de la zona de Chillán, sector donde tuvo sus primeras experiencias artísticas. 
Tempranamente se inició en el canto. Ello le permitió en forma precoz, a los 17 años, cantar en distintos restaurantes acompañada de su hermana Hilda. Luego de su traslado a Santiago, en aquel mismo ambiente, conoció al ferroviario Luis Cereceda, con quien contrajo matrimonio en 1938 y formó una familia. Su matrimonio terminó diez años después. La desilusión provocada por este amor, marcó gran parte de la vida y obra de la artista. 
Su existencia estuvo marcada por los constantes viajes, tanto dentro del país como hacia el extranjero. Todas las experiencias obtenidas de este constante ir y venir, le otorgaron un notable bagaje cultural y el conocimiento tanto de la realidad chilena, como del acontecer universal, constituyéndose en una especie de testimonio de identidad desde Chile hacia el mundo. 

Gran parte del movimiento musical chileno generado desde la década de 1950, tuvo en Violeta Parra y su familia un punto de partida. Con estrechos lazos con el movimiento conocido como Nueva Canción Chilena, Violeta reflejó también la evolución del canto popular a través de los distintos espacios en que la artista tuvo que desenvolverse. Sus composiciones y recopilaciones, además, fueron un punto de referencia para el posterior desarrollo de la música nacional, transformándose en la principal figura de la historia de nuestro folclor. 
Pero toda esa sensibilidad que plasmó en su obra, tuvo un triste desenlace en su vida. Su intensidad hasta en las cosas más sencillas, sus fracasos amorosos y sus dificultades económicas, generaron en ella una gran depresión que la condujo al suicidio el día 5 de febrero de 1967. 
Su prematura desaparición, sin embargo, dio vida a una figura mítica, cuyas composiciones continúan siendo recreadas tanto por músicos populares como doctos e inspirando las creaciones de nuevas generaciones de artistas. La irreverencia de su discurso y su apasionada defensa de los derechos de los sectores más postergados la han convertido en un referente para diversos movimientos sociales y su vida ha inspirado varios libros biográficos e, incluso, una película, Violeta se fue a los cielos (2011), de Andrés Bello, que pese a su intención, muestra una Violeta caracterizada en la obviedad que es antítesis de la Violeta inasible que es y seguirá siendo.
Para Fenatral, su gran inmenso cultural, traspasando fronteras, se ha mantenido en el tiempo, engrandeciéndose hasta convertirse en un valor universal, y aunque esta es una fecha sensible, nos obliga a mantener su recuerdo vivo, al menos, entre nuestros seguidores y amigos. Invitamos una vez más a visitar la completísima página de la Fundación Violeta Parra, o en Chile para niños, para los más pequeños

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