Bienvenida

Somos la Federación Nacional de Sindicatos de Trabajadores de Empresas Lácteas y de los Alimentos de Chile, FENATRAL, fundada el 21 de marzo de 1988.
Federación abierta que agrupa Sindicatos de Soprole, Prolesur, Comercial Santa Elena, Quillayes-Peteroa, Lácteos del Sur, Diana Naturals, Lácteos Kumey, Recex y recientemente Sindicato de empresa Elabal y al día de hoy, congregamos sobre los dos mil trabajadores.
Estamos afiliados a la Confederación del Alimento de Chile, Confedach, y a través de ella a la la Central Unitaria de Trabajadores, CUT ya la Unión Internacional de Trabajadores del Alimento, U I T A.
Los invitamos a participar en este proyecto, compartiendo información, navegando en los temas expuestos, enviando sus comentarios, aportes y críticas, e invitando a otras organizaciones y amigos a visitar y a enlazar esta página.
Una Página Web de Verdad vale más que 100 mentirosos canales de Tv

miércoles, 31 de marzo de 2010

NZDWU, el Sindicato de Trabajadores Lecheros de Nueva Zelanda


No debemos desperdiciar esta oportunidad histórica de organizarnos a nivel mundial

Por medio de su nutrida delegación, el Sindicato de Trabajadores Lecheros de Nueva Zelanda (NZDWU, por sus siglas en inglés) tuvo una dinámica participación en la Conferencia. Sirel entrevistó a James Ritchie, presidente del NZDWU, para conocer a este sindicato, uno de los más consolidados del mundo en el sector

-¿Cómo es el NZDWU?
-Se trata de un sindicato de industria. Afiliamos a todos aquellos que trabajan en la industria láctea, en los camiones de distribución de leche y los que transportan la leche desde los tambos en camiones cisterna hasta la fábrica. También tenemos afiliados a los que trabajan en los laboratorios, en distribución, en almacenamiento y en la elaboración de productos de consumo en Nueva Zelanda.
Tenemos 7.000 afiliados, y en nuestra estructura cada región elige sus representantes al Comité Ejecutivo Nacional. Hay un presidente y un vicepresidente, que son elegidos por la totalidad de los afiliados. Yo fui designado por ese Comité Ejecutivo y mi designación se aprobó por votación en el Congreso que sesiona una vez al año, en el cual participan delegados de todos los centros de trabajo.
También tenemos un importante Comité de Mujeres dentro de nuestro Sindicato, un Comité de la Población Indígena y un Comité de Bienestar Social.

-¿Cuándo se creó el Sindicato?
-Fue creado en el siglo pasado, a fines de los años 20. Al principio estaba constituido por varios sindicatos regionales. Fue muy importante la labor realizada entre 1970 y los años 80 para que se convirtiera en un sindicato auténticamente nacional, lo que nos ha permitido tener una mayor eficiencia en comparación a la que teníamos cuando había varias estructuras regionales.

-Recientemente hubo cambios políticos en Nueva Zelanda que afectaron la vida sindical, ¿podrías describir cuáles fueron esos cambios y sus consecuencias?
-Tengo que ir un poco para atrás en la historia. Antes de los años 80 en Nueva Zelanda había un alto grado de sindicalización, se asemejaba mucho más a lo que ocurre en los países nórdicos que a lo que se da en otras partes del mundo.
En la década de los 80 el gobierno que triunfó en las elecciones llevó adelante un proceso neoliberal y privatizador. Y debo decir con tristeza que fue un gobierno laborista. Lo que no hizo ese gobierno fue flexibilizar el mercado laboral.
Pero en 1990 resultó electo un gobierno conservador y en 1991 desreguló completamente el mercado laboral. De manera que desde 1991 hasta 2000, mientras estuvo en el poder ese gobierno conservador, se aprobaron y rigieron leyes fuertemente antisindicales.
Fueron tiempos durísimos para los sindicatos. Esto significó una fuerte caída de la densidad sindical del país, que pasó de más del 50 por ciento a menos del 20 por ciento de la fuerza laboral.
A partir de 2000 hubo un muy buen gobierno laborista y en ese período se logró una mejor legislación. Lentamente fuimos recuperando influencia y poder. Pero, lamentablemente, en las elecciones del año pasado volvió a triunfar el partido conservador.
Nuestros Convenios Colectivos contienen fuertes cláusulas de protección contra el empleo de trabajadores temporales, trabajadores eventuales y contratistas. En este período, entonces, nos concentraremos en defender esas garantías y procuraremos profundizarlas.
El nuevo gobierno introdujo una ley por la cual las pequeñas empresas pueden despedir a un trabajador dentro de los primeros 90 días de trabajo. Además, tiene planes para atacar los derechos de los trabajadores en materia de vacaciones. También tiene previsto reducir la capacidad de los trabajadores de reclamar y obtener justicia cuando son despedidos injustificadamente. Se está hablando de restringir el acceso de los sindicatos a los lugares de trabajo.
La negociación colectiva es mucho más difícil con este gobierno conservador porque los empleadores se sienten más fuertes con sus amigos en el poder. De manera que en los últimos dos años la situación ha sido mucho más difícil para los sindicatos.

-En particular, ¿cómo es la situación en el NZDWU?
-Nuestro Sindicato sigue siendo eficaz y fuerte. Acabamos de salir de un conflicto muy difícil contra un empleador que recién comienza a operar en la industria láctea nacional. Se trata de una empresa con prácticas extremadamente antisindicales. Es una compañía que acaba de establecerse en la industria láctea, de capitales nacionales y se llama Talleys, aunque en el rubro lácteo opera con el nombre de Open Country Dairy. Esta compañía, Talleys, ya operaba en el sector de alimentos.
Tiene actividades en todo la industria neozelandesa de alimentos: en los rubros pesquero, de mariscos, verduras congeladas, carne y ahora lácteos. Emplean todas las tácticas conocidas para tratar de impedir que sus trabajadores se organicen. En una de sus plantas se afiliaron muchos trabajadores a nuestro Sindicato y tratamos de negociar un Convenio Colectivo.
Terminamos en huelga y luego con un cierre patronal. Luchamos en el plano jurídico y movilizándonos. Finalmente llegamos a un acuerdo luego de 37 días de lucha. Fue un conflicto muy duro, pero logramos un Convenio Colectivo. Aun así, muchos trabajadores no quisieron volver a trabajar para esa compañía. Así que todavía estamos en una posición de debilidad ahí.
Uno de los retos que enfrentamos es el de trabajar con otros sindicatos para organizarnos frente a este durísimo empleador. Esta compañía también está trabajando con un inversor de Singapur, una compañía inversionista singapurense llamada Olam International. Está entrando mucho dinero a Talleys.
Nuestro gran desafío es luchar contra estas compañías antisindicales y tratar de organizar a sus trabajadores. De lo contrario, se van a ver afectados los derechos y las condiciones de labor de los trabajadores de la principal compañía de nuestro sector lácteo, Fonterra, que tiene buenas condiciones de trabajo. Pero esta otra compañía tiene pésimas condiciones, y eso presiona a Fonterra. De manera que esto crea una situación muy difícil para nosotros.
De todas formas, seguimos siendo muy optimistas. Estamos muy bien organizados y hasta el año que viene, cuando entremos en negociaciones colectivas para la firma del convenio más grande que tenemos con Fonterra, nos vamos a concentrar en un tema, que es la protección de nuestros Convenios Colectivos y la lucha contra la precarización, la tercerización y la utilización de agencias de empleo o agencias de colocación de mano de obra para la contratación de trabajadores.
Nuestros Convenios Colectivos contienen fuertes cláusulas de protección contra el empleo de trabajadores temporales, trabajadores eventuales y contratistas. En este período, entonces, nos concentraremos en defender esas garantías y procuraremos profundizarlas.

-¿Por qué son miembros de la UITA?
-Para nosotros es muy importante ser parte de la UITA porque trabajamos en un país en el que la industria láctea es el mayor rubro exportador. Es una industria de vital importancia para Nueva Zelanda. Y nuestra principal compañía láctea, Fonterra, se ha convertido en una transnacional.
Actualmente opera en muchas partes del mundo. En América Latina opera desde Chile a través de una compañía llamada Soprole, que es de propiedad de Fonterra. También está presente en muchas partes de América Latina a través de Dairy Partners of America (DPA), en la cual está asociada con Nestlé.
Para nuestro Sindicato el vínculo a través de la UITA es fundamental; tenemos que trabajar con fuerza desde ahí. En primer lugar, para apoyar a los trabajadores de Fonterra en otros países, por razones de solidaridad. En segundo lugar, para ayudar a los trabajadores de todo el mundo y trabajar con ellos, brindando nuestra cooperación y solidaridad a todos los trabajadores de la industria láctea, y también a todos los sindicatos que forman parte de la UITA, más allá del sector.
Esto lo vemos como un componente importante de nuestro trabajo sindical, como labor de solidaridad. También es importante luchar para defender nuestras propias condiciones de trabajo en Nueva Zelanda. Debemos ser conscientes de que ningún país puede luchar solo para proteger las condiciones laborales de sus trabajadores y mantener buenos salarios. Es necesario trabajar con sindicatos de otras partes del mundo para que, juntos, podamos elevar las condiciones de trabajo y proteger las conquistas.
De manera que nuestra afiliación a la UITA es vital para la labor que realizamos en Nueva Zelanda.

-¿Es la segunda vez que vienes a América Latina?
-Sí, tuvimos el privilegio de venir en 2005, invitados por la Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina (ATILRA), que nos recibió con una gran calidez y amabilidad. Entablamos una buena relación y durante nuestra visita, y desde la Rel-UITA se formalizó la idea de firmar un convenio de cooperación.
Al poco tiempo de esa visita recibimos una delegación de ATILRA en Nueva Zelanda, encabezada por Héctor Ponce, su secretario general. En esa visita suscribimos el Convenio de Cooperación entre ATILRA, nuestro Sindicato y la UITA, por el cual nos comprometimos a compartir información, a encontrar nuevas formas de solidaridad efectiva y a contribuir a la investigación y el desarrollo en la industria láctea, no sólo en Argentina y Nueva Zelanda, sino en toda América Latina. También nos comprometimos a utilizar nuestra influencia en la región de Asia y Pacífico para seguir organizando y apoyando a los trabajadores en toda esa región.
El mensaje que debemos difundir es que la riqueza generada por la industria láctea debe ser compartida por toda la comunidad de manera equitativa, justa.

-¿Qué te pareció la Conferencia de la UITA y sus resultados?
-La Conferencia superó mis expectativas. Me pareció que se desarrolló de manera excelente, con aportes de una gran cantidad de países. Quedé muy bien impresionado.
Me pareció muy bueno el informe sobre la industria que presentó Enildo Iglesias, de la Rel-UITA. Hubo otras presentaciones importantes de la UITA, tanto de su secretario general, Ron Oswald, como de la secretaría latinoamericana. Por su parte, ATILRA mostró un gran liderazgo en esta ocasión.
En resumen, quedé muy contento con la Conferencia. Hubo muchísima información que nos permitió ver los numerosos desafíos que deberemos enfrentar.
Ahora lo que más importa es qué vamos a hacer de cara al futuro. Creo que esta Conferencia ha abierto una gran oportunidad para cooperar y organizarnos a nivel mundial en el sector lácteo, una oportunidad nunca antes vista. Si no aprovechamos esta coyuntura estaremos desperdiciando una oportunidad histórica, una oportunidad única que quizás no vuelva a surgir por muchas décadas.
Debemos encontrar las formas de profundizar lo que iniciamos en esta Conferencia. Para conocer mejor el sector lácteo, saber quiénes son los principales actores, las principales compañías, dónde operan, dónde existen organizaciones sindicales fuertes y dónde existen sindicatos débiles. Debemos trabajar juntos para fortalecer esas organizaciones, a fin de comprender mejor todo un espectro de temas, desde los derechos de los trabajadores, el ambiente, temas que tienen que ver con las compañías lácteas y cómo sus actividades deben apoyar a las comunidades rurales, así como la importancia de contar con una buena agricultura que promueva el desarrollo de las comunidades y el papel que juegan las compañías lácteas en eso.
El mensaje que debemos difundir es que la riqueza generada por la industria láctea debe ser compartida por toda la comunidad de manera equitativa, justa.
Hay también otros temas, como cuestiones de seguridad alimentaria, de salud y seguridad en el trabajo.
Todos estos son los puntos importantes que surgieron en esta Conferencia y que debemos atender. Tendremos que esforzarnos si pretendemos proteger los derechos de los trabajadores y trabajadoras de todo el mundo, sus familias y de las comunidades que dependen de la industria láctea para ganarse la vida.

http://www.nzdwu.org.nz/
http://www.rel-uita.org/

Conferencia Internacional del Sector Lácteo de la UITA

Con gran convocatoria de todos los actores del mundo lácteo, se realizó en la ciudad de Buenos Aires la Conferencia Internacional del Sector Lácteo de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación, UITA, la cual fue organizada por la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina, ATILRA y se llevó a cabo en el Hotel Panamericano de la Capital Federal.
En el acto de apertura, se destacaron las presencias de Héctor Ponce, Secretario General de los trabajadores lácteos; Ron Hoswald, presidente de la UITA, Carlos Tomada, ministro de Trabajo de la Nación y Hugo Moyano, titular de la CGT.
Esta conferencia de carácter internacional mostró diferentes miradas de la industria láctea, que fueron debatidas y analizadas durante el día 10 de marzo antes de trasladarse a la zona de Sunchales y Rafaela, ya en la jornada del viernes 12.
En la bienvenida, Héctor Ponce, uno de los principales referentes de ATILRA a nivel nacional, resaltó la participación de un amplio auditorio internacional que respondió la convocatoria de los organizadores que permitieron hacer de la misma un hecho altamente trascendente.
El titular del gremio organizador, manifestó la importancia que tiene el lograr un trabajo mancomunado y cooperativo entre los diversos sectores que componen la cadena láctea. "Nos preocupa y nos ocupa que el productor tambero (sic) tenga la rentabilidad que le corresponde y la industria tenga su rentabilidad necesaria para así producir, y estratégicamente poder posicionarse dentro del mercado interno y externo".
Por su parte Ron Oswald, secretario general de la UITA se introdujo rápidamente en tema "Una de las cosas más importantes que tenemos para compartir con todos ustedes es que dimos el inicio de una importante alianza entre nuestras filiales neozelandesas con uno de los grupos más importantes de trabajadores lecheros del mundo: ATILRA aquí en la Argentina".
Se ha firmado un convenio de cooperación "firmado formalmente en 2006, a partir de ese momento Atilra comenzó a trabajar con nuestra organización regional y de forma global hacia sí mismo, para iniciar una segunda conferencia global nos permitiera comenzar a darle fuerza a nuestro sindicato dentro de la UITA en este sector de importancia", explicó Oswald
Cuando "nos reunimos en 2001 analizamos al sector como sector de alta fragmentación, en ese momento hubiéramos dicho en términos amplios, lo mismo acerca de una cadena de producción primaria del sector de la carne".
En estos nueve años "el sector de la carne se ha tornado cada vez más el dominio de empresas cada vez menos en cantidad pero más grandes en tamaño, muchas de las cuales han sido dirigidas de esta región, especialmente desde Brasil". "Nadie habla hoy del sector de la carne como un sector fragmentado y en mi opinión no hay duda que el sector lácteo va a seguir, sino el mismo camino, tal vez uno muy similar y hoy estamos viendo el comienzo de ese camino", remarcó el representante de la UITA.
"Vamos a poder ver actores societarios más grandes y poderosos en este sector y la UITA y sus miembros van a tener que asegurar no quedar atrás y fragmentarse mientras que nuestra industria se mueve en una dirección totalmente distinta que la fragmentación" aunque: "No es muy diferente en otros paises, en algunos casos esta fragmentación la maneja una sola empresa".
El sector "está verticalmente integrado y para la UITA eso significa que cruza las barreras de sus miembros en la agricultura y en la producción primaria".
"También me gustaría pensar en nuestros miembros de Chile que de no ser por las horribles circunstancias que les ha tocado vivir en las últimas semanas estarían aquí con nosotros hoy y estoy seguro que durante la semana nuestros pensamientos estarán con ellos, sentiremos su presencia", concluyó diciendo Ron Oswald.
El último orador del acto de apertura fue el ministro Carlos Tomada, que, manifestó que ha habido un proceso de crisis que fue encarado de diferentes maneras, resaltando la elegida por el Estado Nacional para recomponer el sector. "Está el mundo de hoy viviendo momentos muy particulares en relación al trabajo. Lo que necesita el sector es estrategia y no hay mejor forma de encararlo que de una forma conjunta entre todos los componentes de la cadena".
Luego también anticipó los principales puntos de la presentación que estarán haciendo los ministros de Trabajo que forman parte del G20 en unas pocas semanas, donde pondrán especial relevancia en las políticas laborales, algo que fue propuesto en la última reunión por parte de Cristina Fernández.
Inmediatamente comenzaron las ponencias que continuaron en las siguientes jornadas.
Con la participación de representantes de Noruega, Suecia, Dinamarca, Bélgica, Alemania, Austria, Francia, España, Polonia, Rusia, Sudáfrica, Inglaterra, Nueva Zelanda, Estados Unidos, República Dominicana, Panamá, Perú, Brasil, Chile, Uruguay, Nicaragua y Paraguay. Estas presencias le otorga a la Conferencia un carácter único que tiempo atrás pudo llegar a ser impensado.
http://www.abnoticias.com.ar/despachos2.asp?cod_Des=325701&ID_Seccion=20

lunes, 29 de marzo de 2010

A 25 años del crimen de Nattino, Guerrero y Parada

Un otoñal 29 de marzo de 1985 todo Chile fue triste y penoso espectador del secuestro y posterior degollamiento de los profesores José Manuel Parada, Manuel Guerrero y Santiago Nattino.
Veinticinco años después sigue estremeciendo la brutalidad con que un servicio represivo secreto de Carabineros -la Dicomcar-, que respondía directamente a su entonces general director, César Mendoza, terminó con sus vidas, y da cuenta de que el paso del tiempo no ha borrado la infame huella represiva de la dictadura. Los tres fueron secuestrados a plena luz del día -torturados- y sus cuerpos arrojados en la vía pública con la complicidad nocturna.
De nada valieron entonces las múltiples acciones para lograr que fueran liberados. Mendoza, incluso, dijo -con la levedad que caracterizó su vida pública- que habían sido “los comunistas”.
Entonces y ahora sabemos que ese argumento fue un insulto a la dignidad de los chilenos. Parada, Guerrero y Nattino eran militantes comunistas, pero eso nunca podría justificar -menos “explicar”, como argumentaron los civiles partidarios del pinochetismo- la forma inhumana en que los mataron.
Parada y Guerrero tenían poco más de 30 años y su actividad era pública. José Manuel Parada, hijo de los notables actores Roberto Parada y María Maluenda, cumplía funciones en la Vicaría de la Solidaridad y Guerrero -que acababa de volver de su segundo exilio- era dirigente del magisterio y profesor en el Colegio Latinoamericano, en Providencia, de cuyo acceso fue apañado junto con Parada en la mañana del 29 de marzo de 1985.
Nattino hacía años que no tenía militancia activa y trabajaba en forma independiente.
El juez José Cánovas Robles fue designado ministro en visita por la Corte de Apelaciones de Santiago. Su valiente y meticulosa investigación derivó, solo cuatro meses después, en la caída de Mendoza (“se está desgranando el choclo”, dijo el general) y el desmantelamiento de la Dicomcar. La propia CNI, sucesora de la DINA, aportó a la investigación, quizá para no seguir cargando con tanta sangre.
Pero no hubo justicia de inmediato. Al poco tiempo de la salida del jefe de Carabineros, la Junta dictó la llamada “ley Mendoza,” que permitía a toda figura pública “investida de dignidad” no declarar en los tribunales, sino que el juez debía apersonarse en el domicilio que aquella fijase.
Solo el retorno de la democracia permitió avances en el caso. En 1994 el ministro en visita Milton Juica -quien reemplazó a Cánovas- dictó seis cadenas perpetuas, que la Corte Suprema dejó en cinco, las que recayeron en oficiales y suboficiales de Carabineros destinados a la Dicomcar.
El monumento en el mismo sitio donde fueron hallados los cuerpos, recuerda a las chilenas y chilenos que la lucha por verdad en los casos de las violaciones de los derechos humanos, la concreción de la justicia y la reparación -en lo que humanamente es posible- forman parte de las tareas permanentes de nuestra democracia.
Para el mundo de los derechos humanos el 29 de marzo, es una fecha que está grabada en las páginas dolorosas de la historia que recuerdan a tantos mártires que han abrazado las reinvindicaciones del pueblo.
Manuel Parada, Manuel Guerrero y Santiago Nattino, fueron secuestrados y posteriormente asesinados, convirtiendose este crimen en uno de los mas horrendos de la dictadura militar.
El recuerdo nos trae a la memoria el nudo en la garganta y la impotencia, al enteraros de tan infame acción, los titulares de los diarios de la época con la palabra "DEGOLLADOS" aún nos causa escalofríos.
Hacer memoria incomoda a muchos, más en estos días, pero para las organizaciones comprometidas con los DDHH, es un compromiso de vida recordar a nuestros muertos que se inmolaron en medio de la lucha de todo un pueblo por la libertad.
Para que nunca más en Chile......Guerero, Nattino y Parada, ¡Presentes ahora y siempre!
http://www.memoriaviva.net/article.php3?id_article=33

lunes, 8 de marzo de 2010

DIA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA

REFLEXION

Estimadas Compañeras Trabajadoras:

El 8 de Marzo de 1909 murieron 110 trabajadoras textiles en Nueva York, en un acto reivindicativo. En homenaje a ellas y a todas las mujeres que luchan por sus derechos se conmemora el día internacional de la mujer trabajadora, en todo el mundo.
En nuestro país se conmemora desde 1936, y a partir de año 1978 se convirtió en un hito de movilización y lucha de todas las mujeres por la Libertad y la Democracia en nuestro país.
Hoy, cuando se pretende convertirla en una mera fecha para comercializarla y farandulizar, transformándola en una fiesta de un día, olvidándose de sus orígenes, Fenatral quiere revindicar esta conmemoración y recuperar su espíritu desde su instauración en las Naciones Unidas el año 1975.
Ninguna sociedad moderna se puede quedar en el pasado, tiene que ser capaz de adecuarse a los nuevos tiempos y a los cambios que se producen en forma acelerada, pero nada justifica que se olvide de su historia y sus raíces.
El 8 de marzo se debe conmemorar revisando nuestro pasado, analizando en su contexto los hechos, como también debemos ser capaces de evaluar cuál es nuestra realidad, cuáles son los avances, los retrocesos como personas, como actores y protagonistas de nuestra sociedad, pero lo más importante es como somos capaces de lograr mejores condiciones como mujeres, en general, y como trabajadoras, en particular.
En Chile, las mujeres constituyen un 40% de la población laboral y se prevé que el año 2010 superen el 50%. O sea, más de la mitad. Y ello, sin considerar aún a la dueña de casa como una mujer trabajadora, en su justa dimensión económica y social.

EL DIRECTORIO
08 marzo 2010

domingo, 7 de marzo de 2010

27 Febrero 2010: TERREMOTO

A una semana de que este Blog quedara enmudecido frente a la intensidad y magnitud de la catástrofe originada por el terremoto y posterior maremoto, además de participar con Fenatral y Sindicato Soprole, en gestionar ayudas, permisos, plantear inquietudes y reguardos, el tiempo ha permitido pensar numerosos alcances, entre otros, que se conjugaron para aumentar la gravedad de las repercusiones.
- El peso de esta catástrofe, independiente de la zona geográfica afectada, recae fundamentalmente en los hombros de los trabajadores que viven solo de sus escualidos sueldos, que no poseen un respaldo económico que les permita superar en breve el impacto, para poder estar nuevamente dispuesto en sus empresas para agrandar la brecha entre el trabajo y el capital.
- El centralismo desmedido, entre Santiago y provincias, y entre las capitales de provincias y pueblos aledaños, que decir del mundo rural, tan importante en la necesaria cadena alimentaria.
- La ciega confianza en la empresa privada, "que todo hace mejor", para dejar en sus manos las comunicaciones, la energía, el agua, el transporte.
- La absoluta dependencia de otros para las soluciones que nos afectan a cada uno. Siempre serán otros los que cautelen nuestros derechos, hemos perdido la habilidad de tomar acertadas decisiones propias.
- La falta de ética de muchas inmobiliarias, manejadas por dudosos profesionales de dudosas universidades, que construyen departamentos para los sectores aspiracionales de la clase trabajadora. Con dividendos casi usureros, con esquivos seguros antisísmicos, con contratos con excesiva letra chica, etc.
- Que decir del Royalty del Cobre: Solamente en los cuatro últimos años, las empresas trasnacionales mineras se han echado al bolsillo U$70.000.000.000.- mediante toda clase de engaños para no pagar impuestos y recién hace unos pocos años empezaron a pagar una forma de royalty completamente risible. Cuando revisamos estas cifras nos damos cuenta de quiénes son los verdaderos saqueadores en Chile. Se estima que la reconstrucción del país costará unos U$30.000.000.000.– una cifra enorme. Es imprescindible estudiar las maneras para lograr que la mayor parte de los fondos para la reconstrucción salgan del mismo país y que se minimice lo más posible la dependencia de créditos y préstamos extranjeros.
Actos de solidaridad como "Chile ayuda a Chile", y muchos otros, solo deben servirnos para hacernos más humanos y como catársis frente a la adversidad, para unirnos en un solo país, bajo una sola bandera, pero para dar la verdadera solución económica al bienestar de todos los chilenos, independiente de la posición en que se encuentre en la escala económica del país, se requiere que el estado distribuya los bienes que la naturaleza nos dió, y no dejar todo a las multinacionales de la minería.
Esperamos que este remezón de la tierra, remezca tambien las conciencias todos y cada uno de los chilenos, en especial de nuestros líderes, que permita enfrentar un futuro más llevadero, al nivel de los países en la OCDE.
Así como esta semana lo dijo Mario Mutis:
"Me siento avergonzado por las reacciones de la gente, porque la mayoría actúa con solidaridad, pero en este caso fue un verdadero desastre, las multitudes robando y asaltando, eso lo hace sentirse a uno, como chileno, bastante avergonzado.
Cualquiera se da cuenta de que las diferencias económicas son las que provocan los conflictos sociales. Creo que el desarrollo cultural debe ir aparejado con el desarrollo económico, o si no se produce esto. La gente trata de tener más cosas y de ser más individualista.
Es cuestión de prender la TV y darse cuenta de la clase de cultura que tenemos, pura farándula. Todos sabemos qué es lo que pasa a nivel cultural y educacional en este país. Aparte de las injusticias sociales. Los medios de comunicación tienen una gran parte de la responsabilidad. Así, el día del níspero vamos a ser un país desarrollado. Tener plata no es suficiente. Lo que yo vi, esas hordas, no pertenecían a un país desarrollado, sino que al siglo XV o XVI. Culturalmente estamos muy atrasados. Y eso lo tenemos que corregir rapidito, porque, si no, no vamos a llegar a ninguna parte".

http://www.elciudadano.cl/2010/03/05/paremos-el-saqueo-en-chile-a-re-nacionalizar-el-cobre/#more-19257

Fenatral

Fenatral