¿Quién más que tú,
con una pala y un sombrero
abre la tierra, sin arado y sin tractor?
¿quién más que tú, trabaja en año nuevo?
¿quién más que tú merece el cielo
para sembrarlo entero?
Y ojalá que cuando mires a tu alrededor
simplemente, te presenten a gardel,
que el Señor te dé su mano,
y a través de él, te enteres,
que tus nietos crecen bien,
Y ojalá que en el momento de adiós,
me recuerdes como te recuerdo yo.
con una pala y un sombrero
abre la tierra, sin arado y sin tractor?
¿quién más que tú, trabaja en año nuevo?
¿quién más que tú merece el cielo
para sembrarlo entero?
Y ojalá que cuando mires a tu alrededor
simplemente, te presenten a gardel,
que el Señor te dé su mano,
y a través de él, te enteres,
que tus nietos crecen bien,
Y ojalá que en el momento de adiós,
me recuerdes como te recuerdo yo.
Con una pala y un sombrero
. Gervasio Viera
. Gervasio Viera
Para toda la directiva de nuestra Federación ha sido muy fuerte el impacto que ha representado en nuestros socios la triste coincidencia de un inusual número de compañeros de trabajo de Soprole, San Bernardo, fallecidos en pocos meses. Desde hace poco más de dos años a la fecha, recordamos a Ramón Arancibia Ramirez (noviembre 1973 - mayo 2008) y Sergio Castillo Godoy (junio 1975 - marzo 2009), pero desde fines de marzo de este año hemos sufrido la perdida de compañeros de trabajo uno tras otro, César Pardo Villacura (agosto 1967 - marzo 2010), Manolo Villamán Bravo (noviembre 1955 - mayo 2010), Felipe Navarrete Huenten (abril 1971 - junio 2010) y Luis M. Cepeda Romero (mayo 1953 - junio 2010). Todos ellos en la plenitud de la vida, a una edad en que aun no tenemos asumido como termino de nuestra etapa laboral y productiva.
Por todos ellos, unos más otros menos, su partida ha dejado en su grupo de trabajo más cercano una amarga sensación de tristeza, de pesar y de nostalgia por los gratos momentos que con cada uno de ellos se compartió, tanto en el trabajo mismo como en diferentes actividades externas, tales como aquellas de los Equipos de Autogestión, las deportivas -en Santiago o en Depósitos de regiones - y las netamente de camaradería, en las cuales el compromiso y la amistad se expresa más nitidamente. Estos sentimientos de profundo afecto y dolor se vieron reflejados tanto en la multitudinaria participación en sus velorios y funerales, como en las sentidas palabras expresadas por diferentes compañeros en el último adiós de cada uno de ellos, las que hacen énfasis en el no haber compartido más con ellos, en el gran vacío que dejan entre sus compañeros y en un anhelo de disfrutar más a los amigos que quedan. Sin olvidar de mencionar las sensibles lagrimas en los ojos de muchísimos de los compañeros de trabajo, que nos retratan como seres humanos con verdadero sentido de amistad.
Y si para nosotros se nos hace difícil entender este trance como compañeros de trabajo, se nos hace admirable la entereza de sus familiares para aceptar estas duras pruebas que les presenta la vida, resignación y esperanza que está muy apegada a la fe y religión que cada uno profese, y que sin lugar ayuda a aprender a llevar el duelo que situaciones como ésta les obliga. Mención especial, y de mucha admiración, merece la madre de Felipe, quien con una fuerza interior que solo una madre puede expresar, nos dejo sin palabras al despedir a su hijo en el camposanto. Así tambien, en esta fecha especial para celebrar el día del padre, saludamos de todo corazón a todos aquellos jóvenes, niñas y niños, que hoy, por primera vez, no estuvieron junto a su amigo, a su ídolo, . . . junto a SU PADRE.
Mucha fuerza y resignación para todos. Por todos ellos, unos más otros menos, su partida ha dejado en su grupo de trabajo más cercano una amarga sensación de tristeza, de pesar y de nostalgia por los gratos momentos que con cada uno de ellos se compartió, tanto en el trabajo mismo como en diferentes actividades externas, tales como aquellas de los Equipos de Autogestión, las deportivas -en Santiago o en Depósitos de regiones - y las netamente de camaradería, en las cuales el compromiso y la amistad se expresa más nitidamente. Estos sentimientos de profundo afecto y dolor se vieron reflejados tanto en la multitudinaria participación en sus velorios y funerales, como en las sentidas palabras expresadas por diferentes compañeros en el último adiós de cada uno de ellos, las que hacen énfasis en el no haber compartido más con ellos, en el gran vacío que dejan entre sus compañeros y en un anhelo de disfrutar más a los amigos que quedan. Sin olvidar de mencionar las sensibles lagrimas en los ojos de muchísimos de los compañeros de trabajo, que nos retratan como seres humanos con verdadero sentido de amistad.
Y si para nosotros se nos hace difícil entender este trance como compañeros de trabajo, se nos hace admirable la entereza de sus familiares para aceptar estas duras pruebas que les presenta la vida, resignación y esperanza que está muy apegada a la fe y religión que cada uno profese, y que sin lugar ayuda a aprender a llevar el duelo que situaciones como ésta les obliga. Mención especial, y de mucha admiración, merece la madre de Felipe, quien con una fuerza interior que solo una madre puede expresar, nos dejo sin palabras al despedir a su hijo en el camposanto. Así tambien, en esta fecha especial para celebrar el día del padre, saludamos de todo corazón a todos aquellos jóvenes, niñas y niños, que hoy, por primera vez, no estuvieron junto a su amigo, a su ídolo, . . . junto a SU PADRE.
Y como muchas veces se ha dicho, . . . . Solo nos llevan la delantera.
Compartimos correo recibido:
ResponderEliminarHola:
Soy Gerardo Cañas y escribo a este mail porque me he enterado muy tardíamente del fallecimiento de César Pardo, cuyo deceso la Fenatral lamenta en su página web.
Soy un ex compañero de César y, junto a otros amigos del colegio, quisiéramos contactarnos con su familia y saber dónde quedó sepultado, a ver si podemos ayudar en algo o –a lo menos- brindarle nuestro recuerdo.
Agradezco muchísimo su paciencia.
Gerardo
Hoy, 2 de junio se cumplió un año desde que Felipe nos dejara. Su viuda y familia nos congregó en un acto de recogimiento junto a su tumba. Nos permitió reencontrarnos a muchos de sus amigos, y reconocer una vez más el valor de la mujer chilena, expresado en su madre, su esposa y su hija. Felipe sigue al cuidado de ellas, y de su hijo.
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