Un 23 de septiembre de 1973, y tal como lo hemos recordado en años anteriores fallece Pablo Neruda, nuestro más grande poeta, Premio Nacional 1945, y Premio Nobel de Literatura 1971, reconocido en todo el mundo, donde se ha mostrado su obra con poemas traducidos a diversos idiomas y musicalizados por diferentes grupos e intérpretes, fecha que Fenatral, a través de este Blog, desea conmemorar y mantener viva en la memoria colectiva.
En 1969 se le nombra miembro honorario de la Academia Norteamericana de Artes y Letras y doctor honoris causa de la Universidad Católica de Chile. Publica el año 1970: "Maremoto", "La espada encendida" y "Las piedras de Chile". En 1971 viaja a Estocolmo a recibir el Premio Nobel de Literatura.
Por nuestro conocimiento de la zona, gracias a la presencia de importantes amigos que integran uno de nuestros afiliados, el Sindicato de Lácteos Quillayes - Futrono, nos permitimos compartir con nuestros seguidores una capitulo más en la vida de nuestro gran Pablo Neruda
Futrono fue el destino elegido por el reconocido poeta Pablo Neruda para planear su fuga de Chile en el año 1949, cuando era requerido por la justicia luego de que se declarase su inmediata detención por su no coincidencia ideológica con el gobierno de turno.
Corría el año 1948 cuando el reconocido escritor y poeta comenzó a ser perseguido por la justicia, a raíz de los duros ataques proferidos contra el entonces presidente Gabriel González Videla, quien había desatado una ola de represión en contra de los militantes comunistas.
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En septiembre de 1948, durante el gobierno del Presidente Gabriel González Videla, el Congreso aprobó la Ley de Defensa de la Democracia, denominada por sus detractores "La Ley Maldita". Esta normativa prohibió la existencia de del Partido Comunista de Chile, y borró de los registros electorales a unos 30 mil simpatizantes de dicha colectividad. En ese momento, Neruda era senador y militante comunista. El Gobierno de González Videla logró el desafuero del parlamentario y la policía política inició una intensa persecusión para apresar al poeta, por lo que éste emprendió una huida de incógnito hacia el sur.
El gobierno chileno de aquel entonces presentó una querella contra Neruda por injurias y al poco tiempo dictó una orden de detención contra el poeta. Esto dio inicio a un largo período en el cual Neruda debió vivir en la clandestinidad, hasta que pudo cruzar la cordillera de los Andes hacia Argentina, desde donde partió hacia el exilio en Europa.
Al igual que nosotros, y por razones muy diferentes, Neruda disfruta de esta suerte de vacaciones inesperadas en el bello Futrono. Parte de las obras Canto General y Confieso que he vivido, probablemente fueron escritas durante estos dos meses. Fue también obligado a aprender a cabalgar, para prepararse para el paso cordillerano.
"Seguimos día y noche por los caminos. Durante el día, para reforzar las barbas y las gafas que me enmascaraban, yo me arrebujaba en mantas encubridoras, especialmente al cruzar pueblos y ciudades, o al detenernos en las estaciones bencineras (...) . Pasé por Temuco a mediodía. No me detuve en ningún sitio, nadie me reconoció" Pablo Neruda, Confieso que he vivido.
A este sitio llegó en diciembre de 1948, desde Santiago, en un auto marca Chevrolet que llamó la atención de los habitantes del lugar. A bordo de él viajaba Pablo Neruda, pero se hacía llamar Antonio Ruiz Lagorreta. Ese día pernoctó en el poblado.
A la mañana siguiente tomó una barcaza que lo condujo hasta Puerto Llifén. Luego de varias horas de navegación sobre las cristalinas aguas del lago Ranco, tocó tierra firme. Para aquel entonces el poeta ya se encontraba deslumbrado por la magia de los bosques del sur.
Luego de este período llegó la orden esperada: Neruda debía cruzar los Andes a caballo por el peligroso paso clandestino conocido con el nombre de “Los Contrabandistas”.
Los pasos de Neruda nos llevaron a la desembocadura del lago Maihue, donde era esperado por unos baqueanos que le indicarían el paso hacia Argentina. esperado por unos baqueanos que le indicarían el paso hacia Argentina.
"Pronto mi caballo fue sobrepasado casi totalmente por las aguas. Yo comencé a mecerme sin sostén. Mis pies se afanaban al garete mientras la bestia pugnaba por mantener la cabeza al aire libre" .
Desde este punto comenzaron los días más duros para el inexperto jinete. Primero tuvo que vadear el río Blanco, luego el río Curriñe y, finalmente, el vado del río Huenteleifú, los cuales se hicieron imborrables en la memoria del poeta chileno.
Su vida, sus obras, sus anécdotas, sus recuerdos, sus homenajes, entre otros, tienen numerosa cobertura en toda la red, que invitamos a navegar e indagar, desde donde hemos tomado algunos antecedentes, y como Fenatral, no podemos dejar de compartir con nuestros seguidores, socios y trabajadores en general.
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