Con Aldo Lezana
Nuevo acuerdo para los trabajadores de Soprole
Nuevo acuerdo para los trabajadores de Soprole
“En Chile cuesta mucho negociar con los empresarios”
Foto: Lucía Iglesias
Tras un continuo tira y afloje los trabajadores de Soprole (Fonterra) firmaron un nuevo Convenio Colectivo con la empresa. La Rel dialogó con Aldo Lezana, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Lácteos (Fenatral), para conocer el proceso que derivó en este acuerdo.
“A inicios de diciembre, el Sindicato de Trabajadores Nº2 de Soprole presentó un proyecto de Contrato Colectivo, pasando por todas las etapas legales y directas”, pero sus intentos fueron vanos, informó el dirigente. Ante esa situación de estancamiento, el 21 de enero resolvieron ir a la huelga.
La medida de fuerza, felizmente, fue suficiente para que un día después la empresa acercara una nueva propuesta, que fue aceptada por los trabajadores.
El acuerdo dispone un reajuste salarial de entre 9 y 10 por ciento considerando los beneficios alcanzados, además del bono por término de conflicto de unos 1.440 dólares por trabajador.
“Teniendo en cuenta el contexto en el que se dio la negociación podemos decir que fue un buen acuerdo, ya que los empresarios se excusan en la ‘incertidumbre’ que genera un nuevo gobierno en el mercado y juegan bastante con eso para ofrecer cada vez menos a los trabajadores”, dijo Lezana.
“Además de las cláusulas salariales hemos mejorado varios beneficios, sobre todo el relacionado con las licencias médicas”, señaló.
En Chile la legislación laboral estipula que si el trabajador necesita menos de 10 días de licencia médica, los tres primeros no se le pagan.
El convenio alcanzado dispone en cambio que la empresa se haga cargo del salario total de sus trabajadores que necesiten licencia médica inferior a ese lapso.
Lezana destacó por otra parte la importancia de la solidaridad internacional para que se avance en los beneficios de los trabajadores en un país como Chile, cuya legislación laboral todavía mantiene vestigios heredados de la dictadura de Augusto Pinochet.
“No es sencillo negociar en nuestro país, por lo que este tipo de acuerdos, si bien no alcanzan todas las reivindicaciones sí logran avanzar en mejores condiciones de labor, y esto es gracias a la firmeza de los trabajadores, a la solidaridad de la Rel-UITA que siempre nos acompaña y del Sindicato de Trabajadores Lecheros Nueva Zelandia”, subrayó.
La medida de fuerza, felizmente, fue suficiente para que un día después la empresa acercara una nueva propuesta, que fue aceptada por los trabajadores.
El acuerdo dispone un reajuste salarial de entre 9 y 10 por ciento considerando los beneficios alcanzados, además del bono por término de conflicto de unos 1.440 dólares por trabajador.
“Teniendo en cuenta el contexto en el que se dio la negociación podemos decir que fue un buen acuerdo, ya que los empresarios se excusan en la ‘incertidumbre’ que genera un nuevo gobierno en el mercado y juegan bastante con eso para ofrecer cada vez menos a los trabajadores”, dijo Lezana.
“Además de las cláusulas salariales hemos mejorado varios beneficios, sobre todo el relacionado con las licencias médicas”, señaló.
En Chile la legislación laboral estipula que si el trabajador necesita menos de 10 días de licencia médica, los tres primeros no se le pagan.
El convenio alcanzado dispone en cambio que la empresa se haga cargo del salario total de sus trabajadores que necesiten licencia médica inferior a ese lapso.
Lezana destacó por otra parte la importancia de la solidaridad internacional para que se avance en los beneficios de los trabajadores en un país como Chile, cuya legislación laboral todavía mantiene vestigios heredados de la dictadura de Augusto Pinochet.
“No es sencillo negociar en nuestro país, por lo que este tipo de acuerdos, si bien no alcanzan todas las reivindicaciones sí logran avanzar en mejores condiciones de labor, y esto es gracias a la firmeza de los trabajadores, a la solidaridad de la Rel-UITA que siempre nos acompaña y del Sindicato de Trabajadores Lecheros Nueva Zelandia”, subrayó.
Cro. Aldo
ResponderEliminarNuestro país tiene una idiosincrasia herida por la falta de libertad de expresión y por el egoísmo, realizar su labor es como ponerle una venda a una herida abierta y esperar que cicatrice, y esa herida sigue sangrando, ...el día que sane...seremos otro país ,,,,y las negociaciones colectivas serán inteligentes con beneficios de estabilidad sustentable, y en paz....para eso necesitamos respeto a la labor sindical, valorar nuestros dirigentes y su sacrificio y celebrar sus logros, que por lo demás son siempre significativos...porque son para el bien de todos.