Nestlé y Soprole reactivaron la solicitud para crear un joint-venture. La primera aportará máquinas, marcas y pagaría 230 millones de dólares a la filial de la neozelandesa Fonterra, que contribuiría con activos. El Tribunal de la Libre Competencia (TLC) deberá aprobar -con o sin condiciones- o rechazar la operación. La nueva sociedad tendría el 34 por ciento del mercado lácteo de Chile, que mueve al año 1.800 millones de dólares.
Las compañías retomaron su intención de formar una alianza estratégica, para lo cual crearían una tercera sociedad matriz -que se llamaría DPA Chile- en la que cada una tendrá el 50 por ciento. Ésta fabricará, comercializará y distribuirá leches líquidas, yogur, postres, quesos, mantequillas y margarinas. Cada una de las compañías aportará el derecho de uso de cada una de sus marcas para estos negocios, incluidas Soprole y Nestlé. De esta manera, los productos que hoy vende cada una no cambiarían de nombre, aunque es presumible la introducción de nuevas líneas de negocios.
Hace cuatro años, ambas compañías ya habían intentado aliarse en el país, buscando replicar el llamado Dairy Partners Americas (DPA), alianza estratégica entre Nestlé y Fonterra, el grupo neocelandés que controla Soprole. DPA se inició en 2002 y está presente en Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y Venezuela. En 2006, Nestlé presentó una consulta sobre la operación ante el TLC y a los pocos meses desistió del proceso. En aquella ocasión las partes no habrían llegado a acuerdo respecto a cuánto tenía que pagar Nestlé a Soprole, que es la compañía que aporta la mayor cantidad de activos.
Ahora Nestlé aportará sus marcas y algunas líneas de producción que tiene en su planta de Macul. Además, le pagará 230 millones de dólares a Soprole. La nueva sociedad alcanzaría entre el 45 y 50 por ciento del mercado de los yogures, entre 40 y 45 por ciento de la leche líquida y el 5 por ciento de los postres.
De aprobarse la operación, de los 1.300 millones de dólares que factura al año Nestlé en Chile, 130 millones de dólares serán generados por DPA Chile. Nestlé mantendrá sus áreas de leche condensada y en polvo y cremas larga vida, así como otros negocios como la empresa conjunta que tiene con CCU para las aguas.
Soprole aportará activos, entre los cuales se cuenta su planta de San Bernardo, donde funcionaría la nueva compañía. La filial de Fonterra factura al año 720 millones de dólares (considerando su filial Prolesur). Del total, y de aprobarse la operación, 450 millones de dólares serán facturados por la nueva firma. A través de Prolesur continuará con leches en polvo y el negocio de exportación.
La operación fue anunciada el pasado viernes 26 por los presidentes de Nestlé Chile y Soprole, Fernando del Solar y Gerardo Varela, respectivamente. Los directivos aseguraron que la operación no tendrá ningún impacto entre los productores de leche. Al respecto, Del Solar afirmó que DPA Chile representaría un 18,4 por ciento del total de recepción de leche en el país y añadió que este acuerdo permitirá, según la experiencia internacional, aumentar el consumo de leche y, por consiguiente, su producción. Según su optimista pronóstico, el consumo de leche se debería duplicar en 10 años en el país.
Oposición de Fedeleche
"Discrepo absolutamente de esta posible alianza". Con esas palabras el presidente de la Federación Nacional de Productores de Leche (Fedeleche) Dieter Konow, se refirió a la consulta que ingresaron al TLC Soprole y Nestlé para crear la empresa DPA Chile. En su opinión, “la nueva empresa generará una concentración en el poder de compra de la leche, al tener el 34 por ciento del mercado lácteo nacional”. Konow adelantó que recurrirán a todas las instancias legales posibles en el proceso de TLC para demostrar que para los productores, el joint-venture afecta la libre competencia.
Pero a los productores de leche que pueden hacerlo no les disgusta la concentración. Ese es el caso del Carlos Heller Solari, titular del grupo Bethia que controla firmas como Falabella (grandes tiendas) y la compañía aérea LAN, que es además el productor lechero más grande de Chile y posiblemente de América del Sur. En su establecimiento Agrícola Ancali, ubicado en la localidad de Los Ángeles, mantiene 6000 vacas en ordeño en un sistema estabulado a corral, que en promedio, producen 40 litros diarios. Este señor acaba de viajar a Alemania para interesarse en un equipo que permite ordeñar 800 vacas dos veces al día con cinco robots y ningún operario. En estas manos se encuentra el negocio lácteo.
Algunos políticos también se oponen
Un absoluto rechazo a la alianza entre Nestlé y Soprole manifestó, entre otros políticos, el diputado por Osorno*, Sergio Ojeda de la Democracia Cristiana. “Esta alianza es una peligrosa concentración del poder de compra y de la comercialización de productos lácteos elaborados, que acorrala a los productores y perjudica la opción de los consumidores. Ya nos habíamos opuesto a esta alianza cuando se intentó hacer el año 2006 y ahora insisten nuevamente”, declaró el parlamentario.
Los supermercados se hacen los distraídos
Como es sabido, los supermercados son los que se llevan la parte del león dentro de la cadena láctea. De manera que refiriéndose a la futura alianza, la Asociación Gremial de Supermercados de Chile manifestó que “espera que el criterio de esta operación vaya en directo beneficio de los consumidores, de manera de aportar mayor innovación, productos nuevos y precios atractivos para los clientes”.
La visión sindical
La Federación de Sindicatos de Trabajadores de Empresas Lácteas de Chile (Fenatral) que agrupa a los sindicatos de Soprole, de Prolesur, de Comercial Santa Elena, de Quillayes-Peteroa y las Federaciones de Sindicatos de Trabajadores de Nestlé, afiliadas a la Confederación del Alimento de Chile, Confedach (y a través de ella a la UITA) están reunidas en el día de hoy para analizar la situación. Informaremos sobre lo resuelto en esta reunión.
* Comuna ubicada en el sur de Chile que se identifica como “la patria de la leche y tierra de la carne”.
En Montevideo, Enildo Iglesias
Rel-UITA
30 de noviembre de 2010
www.rel-uita.org
Las compañías retomaron su intención de formar una alianza estratégica, para lo cual crearían una tercera sociedad matriz -que se llamaría DPA Chile- en la que cada una tendrá el 50 por ciento. Ésta fabricará, comercializará y distribuirá leches líquidas, yogur, postres, quesos, mantequillas y margarinas. Cada una de las compañías aportará el derecho de uso de cada una de sus marcas para estos negocios, incluidas Soprole y Nestlé. De esta manera, los productos que hoy vende cada una no cambiarían de nombre, aunque es presumible la introducción de nuevas líneas de negocios.
Hace cuatro años, ambas compañías ya habían intentado aliarse en el país, buscando replicar el llamado Dairy Partners Americas (DPA), alianza estratégica entre Nestlé y Fonterra, el grupo neocelandés que controla Soprole. DPA se inició en 2002 y está presente en Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y Venezuela. En 2006, Nestlé presentó una consulta sobre la operación ante el TLC y a los pocos meses desistió del proceso. En aquella ocasión las partes no habrían llegado a acuerdo respecto a cuánto tenía que pagar Nestlé a Soprole, que es la compañía que aporta la mayor cantidad de activos.
Ahora Nestlé aportará sus marcas y algunas líneas de producción que tiene en su planta de Macul. Además, le pagará 230 millones de dólares a Soprole. La nueva sociedad alcanzaría entre el 45 y 50 por ciento del mercado de los yogures, entre 40 y 45 por ciento de la leche líquida y el 5 por ciento de los postres.
De aprobarse la operación, de los 1.300 millones de dólares que factura al año Nestlé en Chile, 130 millones de dólares serán generados por DPA Chile. Nestlé mantendrá sus áreas de leche condensada y en polvo y cremas larga vida, así como otros negocios como la empresa conjunta que tiene con CCU para las aguas.
Soprole aportará activos, entre los cuales se cuenta su planta de San Bernardo, donde funcionaría la nueva compañía. La filial de Fonterra factura al año 720 millones de dólares (considerando su filial Prolesur). Del total, y de aprobarse la operación, 450 millones de dólares serán facturados por la nueva firma. A través de Prolesur continuará con leches en polvo y el negocio de exportación.
La operación fue anunciada el pasado viernes 26 por los presidentes de Nestlé Chile y Soprole, Fernando del Solar y Gerardo Varela, respectivamente. Los directivos aseguraron que la operación no tendrá ningún impacto entre los productores de leche. Al respecto, Del Solar afirmó que DPA Chile representaría un 18,4 por ciento del total de recepción de leche en el país y añadió que este acuerdo permitirá, según la experiencia internacional, aumentar el consumo de leche y, por consiguiente, su producción. Según su optimista pronóstico, el consumo de leche se debería duplicar en 10 años en el país.
Oposición de Fedeleche
"Discrepo absolutamente de esta posible alianza". Con esas palabras el presidente de la Federación Nacional de Productores de Leche (Fedeleche) Dieter Konow, se refirió a la consulta que ingresaron al TLC Soprole y Nestlé para crear la empresa DPA Chile. En su opinión, “la nueva empresa generará una concentración en el poder de compra de la leche, al tener el 34 por ciento del mercado lácteo nacional”. Konow adelantó que recurrirán a todas las instancias legales posibles en el proceso de TLC para demostrar que para los productores, el joint-venture afecta la libre competencia.
Pero a los productores de leche que pueden hacerlo no les disgusta la concentración. Ese es el caso del Carlos Heller Solari, titular del grupo Bethia que controla firmas como Falabella (grandes tiendas) y la compañía aérea LAN, que es además el productor lechero más grande de Chile y posiblemente de América del Sur. En su establecimiento Agrícola Ancali, ubicado en la localidad de Los Ángeles, mantiene 6000 vacas en ordeño en un sistema estabulado a corral, que en promedio, producen 40 litros diarios. Este señor acaba de viajar a Alemania para interesarse en un equipo que permite ordeñar 800 vacas dos veces al día con cinco robots y ningún operario. En estas manos se encuentra el negocio lácteo.
Algunos políticos también se oponen
Un absoluto rechazo a la alianza entre Nestlé y Soprole manifestó, entre otros políticos, el diputado por Osorno*, Sergio Ojeda de la Democracia Cristiana. “Esta alianza es una peligrosa concentración del poder de compra y de la comercialización de productos lácteos elaborados, que acorrala a los productores y perjudica la opción de los consumidores. Ya nos habíamos opuesto a esta alianza cuando se intentó hacer el año 2006 y ahora insisten nuevamente”, declaró el parlamentario.
Los supermercados se hacen los distraídos
Como es sabido, los supermercados son los que se llevan la parte del león dentro de la cadena láctea. De manera que refiriéndose a la futura alianza, la Asociación Gremial de Supermercados de Chile manifestó que “espera que el criterio de esta operación vaya en directo beneficio de los consumidores, de manera de aportar mayor innovación, productos nuevos y precios atractivos para los clientes”.
La visión sindical
La Federación de Sindicatos de Trabajadores de Empresas Lácteas de Chile (Fenatral) que agrupa a los sindicatos de Soprole, de Prolesur, de Comercial Santa Elena, de Quillayes-Peteroa y las Federaciones de Sindicatos de Trabajadores de Nestlé, afiliadas a la Confederación del Alimento de Chile, Confedach (y a través de ella a la UITA) están reunidas en el día de hoy para analizar la situación. Informaremos sobre lo resuelto en esta reunión.
* Comuna ubicada en el sur de Chile que se identifica como “la patria de la leche y tierra de la carne”.
En Montevideo, Enildo Iglesias
Rel-UITA
30 de noviembre de 2010
www.rel-uita.org
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