En el marco del seminario “Hacia una sociedad lectora” el Consejo de la Cultura entregó los resultados del Estudio de Comportamiento Lector que reveló que el 84 por ciento de la población chilena de todas las edades no comprende lo que lee. Pero además el informe detectó una relación entre la capacidad de entender textos y la productividad laboral, lo que se traduciría en mejores salarios.
Un negativo resultado arrojó el Estudio de Comportamiento Lector realizado por el Consejo de la Cultura y el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile. De acuerdo a la investigación, un 84 por ciento de los chilenos no comprende adecuadamente lo que lee, tendencia que se acentúa aún más en las personas mayores de 35 años.
El informe, que consistió en la aplicación de una Prueba de Comprensión Lectora, contó con tres versiones diferenciadas cuyo objetivo era determinar a cabalidad los hábitos de lectura en las diferentes edades: de 9 a 11 años; de 12 a 14 y de 15 a 65.
Y las conclusiones fueron lapidarias: Sólo un tres por ciento de la población logra evaluar críticamente o formular hipótesis derivadas de conocimientos presentes en un texto. Pero además el estudio descubrió que los lectores entre 15 y 34 años tienen un mejor nivel de comprensión lectora que los mayores.
Según la investigadora del Centro de Microdatos del departamento de Economía de la Universidad de Chile, Paula Espinoza, esta deficiente habilidad influiría también en el plano laboral y a la hora de abordar textos en diferentes formatos.
“Cuesta enfrentarse a los textos de forma crítica, de evaluarlos y saber qué se nos está comunicando y ahí existe un punto a trabajar en todas las edades. Tanto en la vida laboral como en el ocio es necesario manejarse más en distintos tipos de textos en Internet, en un blog por ejemplo, que requiere saber las estructuras, distinguir los mensajes comunicacionales y las estéticas de la lectura. Esos grandes desafíos son una deuda en la población chilena de todas las edades y sobre todo en los mayores de 35 años”, comentó.
El estudio detectó además que las personas del quintil con mayores ingresos lee con más frecuencia en relación al resto. En ese sentido, Esteban Puentes, también investigador del Centro de Microdatos, precisó al programa Vuelan las Plumas que a través de un cruce de información se pudo descubrir que existe una relación entre la capacidad lectora y el aumento de la productividad en el mercado del trabajo, lo que se traduce en mayores salarios.
“Si entiendo lo que leo y soy capaz de desarrollar hipótesis a partir de eso, tengo un pensamiento crítico y soy capaz de obtener conclusiones, eso está asociado a un mayor nivel de salarios. Es decir, hay una formación de capital humano que importa y que genera mayores ingresos. Esto no se relaciona solo con tener más años de educación, sino que hay habilidades más generales que tienen que ver con entender un texto que me permiten obtener saberes mayores”, señaló el académico.
Puentes indicó que las diferencias en capital humano indican que un 32 por ciento de la brecha del Producto Interno Bruto Chileno (PIB) con la del resto de los países de la OCDE “podría vinculares con las brechas en la capacidad lectora de la población”.
Por su parte, la Coordinadora del Plan Nacional de Fomento de la Lectura, Karla Eliessetch, comentó que esto es parte de una serie de investigaciones que se están impulsando desde el Consejo para abordar políticas más claras en este ámbito.
“Como Consejo hemos tomado el rol de hacer estadísticas y estudios sobre el estado de la lectura en Chile. Ahora estamos haciendo una investigación sobre el IVA cuyos resultados estarán en marzo para ver qué acciones se puedan tomar y la idea de este estudio más global es de aplicarlo a subgrupos como la primera infancia”, indicó.
La Encuesta de Comportamiento Lector será aplicada cada dos años para poder identificar la evolución de los índices y si efectivamente las metas del Plan Nacional de Fomento a la Lectura Lee Chile Lee se están cumpliendo.
Fenatral comparte esta información tomada de radio.uchile.cl para hacer un llamado entre nuestros socios y trabajadores en general a ser quienes incidan positivamente en estos porcentajes, y papel importante tienen en ello la disponibilidad de bibliotecas en los sindicatos. Basados en el continuo intercambio de email, hemos podido detectar que esta falta de comprensión lectora se da en todos los niveles, y muy acentuada en ejecutivos de nivel medio.
Un negativo resultado arrojó el Estudio de Comportamiento Lector realizado por el Consejo de la Cultura y el Centro de Microdatos de la Universidad de Chile. De acuerdo a la investigación, un 84 por ciento de los chilenos no comprende adecuadamente lo que lee, tendencia que se acentúa aún más en las personas mayores de 35 años.
El informe, que consistió en la aplicación de una Prueba de Comprensión Lectora, contó con tres versiones diferenciadas cuyo objetivo era determinar a cabalidad los hábitos de lectura en las diferentes edades: de 9 a 11 años; de 12 a 14 y de 15 a 65.
Y las conclusiones fueron lapidarias: Sólo un tres por ciento de la población logra evaluar críticamente o formular hipótesis derivadas de conocimientos presentes en un texto. Pero además el estudio descubrió que los lectores entre 15 y 34 años tienen un mejor nivel de comprensión lectora que los mayores.
Según la investigadora del Centro de Microdatos del departamento de Economía de la Universidad de Chile, Paula Espinoza, esta deficiente habilidad influiría también en el plano laboral y a la hora de abordar textos en diferentes formatos.
“Cuesta enfrentarse a los textos de forma crítica, de evaluarlos y saber qué se nos está comunicando y ahí existe un punto a trabajar en todas las edades. Tanto en la vida laboral como en el ocio es necesario manejarse más en distintos tipos de textos en Internet, en un blog por ejemplo, que requiere saber las estructuras, distinguir los mensajes comunicacionales y las estéticas de la lectura. Esos grandes desafíos son una deuda en la población chilena de todas las edades y sobre todo en los mayores de 35 años”, comentó.
El estudio detectó además que las personas del quintil con mayores ingresos lee con más frecuencia en relación al resto. En ese sentido, Esteban Puentes, también investigador del Centro de Microdatos, precisó al programa Vuelan las Plumas que a través de un cruce de información se pudo descubrir que existe una relación entre la capacidad lectora y el aumento de la productividad en el mercado del trabajo, lo que se traduce en mayores salarios.
“Si entiendo lo que leo y soy capaz de desarrollar hipótesis a partir de eso, tengo un pensamiento crítico y soy capaz de obtener conclusiones, eso está asociado a un mayor nivel de salarios. Es decir, hay una formación de capital humano que importa y que genera mayores ingresos. Esto no se relaciona solo con tener más años de educación, sino que hay habilidades más generales que tienen que ver con entender un texto que me permiten obtener saberes mayores”, señaló el académico.
Puentes indicó que las diferencias en capital humano indican que un 32 por ciento de la brecha del Producto Interno Bruto Chileno (PIB) con la del resto de los países de la OCDE “podría vinculares con las brechas en la capacidad lectora de la población”.
Por su parte, la Coordinadora del Plan Nacional de Fomento de la Lectura, Karla Eliessetch, comentó que esto es parte de una serie de investigaciones que se están impulsando desde el Consejo para abordar políticas más claras en este ámbito.
“Como Consejo hemos tomado el rol de hacer estadísticas y estudios sobre el estado de la lectura en Chile. Ahora estamos haciendo una investigación sobre el IVA cuyos resultados estarán en marzo para ver qué acciones se puedan tomar y la idea de este estudio más global es de aplicarlo a subgrupos como la primera infancia”, indicó.
La Encuesta de Comportamiento Lector será aplicada cada dos años para poder identificar la evolución de los índices y si efectivamente las metas del Plan Nacional de Fomento a la Lectura Lee Chile Lee se están cumpliendo.
Fenatral comparte esta información tomada de radio.uchile.cl para hacer un llamado entre nuestros socios y trabajadores en general a ser quienes incidan positivamente en estos porcentajes, y papel importante tienen en ello la disponibilidad de bibliotecas en los sindicatos. Basados en el continuo intercambio de email, hemos podido detectar que esta falta de comprensión lectora se da en todos los niveles, y muy acentuada en ejecutivos de nivel medio.
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