Fenatral trae una vez más a la memoria, una fecha de mucha importancia para el desarrollo de nuestro país, que de haberse mantenido en su concepción inicial, distinto sería el reparto económico equitativo para todos los habitantes.
El cobre, principal riqueza y recurso de exportación chileno, ha sido la
"viga maestra" de nuestra economía en el siglo XX. Los antecedentes señalan que
desde 1905, los principales yacimientos cupríferos eran explotados por capitales
norteamericanos, constituyendo verdaderos enclaves dentro del territorio
nacional. La relación entre estas empresas y el Estado chileno, estuvo marcada
desde la segunda mitad del siglo, por sucesivas controversias relacionadas con
aumentos de impuestos, el precio del cobre y las inversiones.
Al comenzar la década de 1960, el surgimiento de ideas reformistas y revolucionarias en América Latina, instalaron en la opinión pública nacional el tema de la recuperación de las riquezas básicas, cobrando fuerza los postulados de la nacionalización. Un primer paso en este proceso lo constituyó la llegada al Gobierno de Eduardo Frei Montalva y su programa reformista de la "revolución en libertad", cuya línea económica proponía un conjunto de reformas estructurales, destacando una nueva política cuprífera conocida como la chilenización del cobre (1964).
Esta acción permitió la intervención chilena en la propiedad y dirección de la gran minería del cobre mediante la asociación con el capital extranjero; asimismo, proponía un aumento sustancial de la producción mediante fuertes inversiones y la refinación completa del cobre en nuestro territorio (1966). En plena marcha de este proceso, el alza del precio del cobre y las altas utilidades de las corporaciones norteamericanas, reavivaron en la opinión pública el debate sobre una nacionalización total, obligando al Gobierno a poner en marcha la llamada nacionalización pactada.
De esta manera, al finalizar el gobierno de Eduardo Frei Montalva, el camino a la nacionalización integral de la gran minería del cobre quedó abierto, y fue recogido por las candidaturas presidenciales de Radomiro Tomic y de Salvador Allende. El triunfo del candidato de la Unidad Popular puso en marcha un inmediato proceso hacia la nacionalización y estatización de la gran minería del cobre. Este proceso culminó el 11 de julio de 1971, cuando el Congreso Nacional aprobó, con muy pocas modificaciones y por votación unánime, la enmienda constitucional que hizo posible la nacionalización total del cobre, caratulada como Ley Nº 17.450.
El mismo día, por la tarde, en una multitudinaria concentración en Rancagua, el presidente Salvador Allende se dirigió al país señalando que: “Chile va nacionalizar el cobre en virtud de un acto soberano. Acto soberano que incluso está consagrado en las resoluciones de las Naciones Unidas, que establecen que los países tienen derecho a nacionalizar sus riquezas básicas”.
Y en un tiempo más cercano, lo que ha sido discutido en el parlamento, en la prensa, y otros medios en los ultimos días, además tener en consideracción lo planteado en este Blog, con ocasión del Terremoto del 27 de Febrero.
Que decir del Royalty del Cobre: Solamente en los cuatro últimos años, las empresas trasnacionales mineras se han echado al bolsillo U$70.000.000.000.- mediante toda clase de engaños para no pagar impuestos y recién hace unos pocos años empezaron a pagar una forma de royalty completamente risible. Cuando revisamos estas cifras nos damos cuenta de quiénes son los verdaderos saqueadores en Chile. Se estima que la reconstrucción del país costará unos U$30.000.000.000.– una cifra enorme. Es imprescindible estudiar las maneras para lograr que la mayor parte de los fondos para la reconstrucción salgan del mismo país y que se minimice lo más posible la dependencia de créditos y préstamos extranjeros.
http://www.defensadelcobre.cl/sites/default/images/Minero_en_socavon.html
Al comenzar la década de 1960, el surgimiento de ideas reformistas y revolucionarias en América Latina, instalaron en la opinión pública nacional el tema de la recuperación de las riquezas básicas, cobrando fuerza los postulados de la nacionalización. Un primer paso en este proceso lo constituyó la llegada al Gobierno de Eduardo Frei Montalva y su programa reformista de la "revolución en libertad", cuya línea económica proponía un conjunto de reformas estructurales, destacando una nueva política cuprífera conocida como la chilenización del cobre (1964).
Esta acción permitió la intervención chilena en la propiedad y dirección de la gran minería del cobre mediante la asociación con el capital extranjero; asimismo, proponía un aumento sustancial de la producción mediante fuertes inversiones y la refinación completa del cobre en nuestro territorio (1966). En plena marcha de este proceso, el alza del precio del cobre y las altas utilidades de las corporaciones norteamericanas, reavivaron en la opinión pública el debate sobre una nacionalización total, obligando al Gobierno a poner en marcha la llamada nacionalización pactada.
De esta manera, al finalizar el gobierno de Eduardo Frei Montalva, el camino a la nacionalización integral de la gran minería del cobre quedó abierto, y fue recogido por las candidaturas presidenciales de Radomiro Tomic y de Salvador Allende. El triunfo del candidato de la Unidad Popular puso en marcha un inmediato proceso hacia la nacionalización y estatización de la gran minería del cobre. Este proceso culminó el 11 de julio de 1971, cuando el Congreso Nacional aprobó, con muy pocas modificaciones y por votación unánime, la enmienda constitucional que hizo posible la nacionalización total del cobre, caratulada como Ley Nº 17.450.
El mismo día, por la tarde, en una multitudinaria concentración en Rancagua, el presidente Salvador Allende se dirigió al país señalando que: “Chile va nacionalizar el cobre en virtud de un acto soberano. Acto soberano que incluso está consagrado en las resoluciones de las Naciones Unidas, que establecen que los países tienen derecho a nacionalizar sus riquezas básicas”.
Y en un tiempo más cercano, lo que ha sido discutido en el parlamento, en la prensa, y otros medios en los ultimos días, además tener en consideracción lo planteado en este Blog, con ocasión del Terremoto del 27 de Febrero.
Que decir del Royalty del Cobre: Solamente en los cuatro últimos años, las empresas trasnacionales mineras se han echado al bolsillo U$70.000.000.000.- mediante toda clase de engaños para no pagar impuestos y recién hace unos pocos años empezaron a pagar una forma de royalty completamente risible. Cuando revisamos estas cifras nos damos cuenta de quiénes son los verdaderos saqueadores en Chile. Se estima que la reconstrucción del país costará unos U$30.000.000.000.– una cifra enorme. Es imprescindible estudiar las maneras para lograr que la mayor parte de los fondos para la reconstrucción salgan del mismo país y que se minimice lo más posible la dependencia de créditos y préstamos extranjeros.
http://www.defensadelcobre.cl/sites/default/images/Minero_en_socavon.html
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