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Somos la Federación Nacional de Sindicatos de Trabajadores de Empresas Lácteas y de los Alimentos de Chile, FENATRAL, fundada el 21 de marzo de 1988.
Federación abierta que agrupa Sindicatos de Soprole, Prolesur, Comercial Santa Elena, Quillayes-Peteroa, Lácteos del Sur, Diana Naturals, Lácteos Kumey, Recex y recientemente Sindicato de empresa Elabal y al día de hoy, congregamos sobre los dos mil trabajadores.
Estamos afiliados a la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, a la Confederación del Alimento de Chile, Confedach, y a través de ella a la Unión Internacional de Trabajadores del Alimento, Uita.
Los invitamos a participar en este proyecto, compartiendo información, navegando en los temas expuestos, enviando sus comentarios, aportes y críticas, e invitando a otras organizaciones y amigos a visitar y a enlazar esta página.
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domingo, 21 de diciembre de 2014

Masacre de la Escuela Santa María de Iquique

Un deber natural que nos hemos hecho como Fenatral a través de este Blog, es mantener en el recuerdo permanente diferentes conflictos laborales y sociales, que han marcado el desarrollo sindical en nuestro país, conflictos que han desembocado en matanzas de numerosos trabajadores, que han luchado por sus derechos y los de sus compañeros de clase, y que han dejado un fuerte ejemplo a seguir, aún en estos tiempos de individualismo, egoísmos e indiferencia por lo que le sucede al de al lado. Una vez más hacemos un llamado a las conciencias de los trabajadores, haciéndoles un sencillo recuerdo de lo ocurrido un 21 de diciembre de 1907, en el norte de Chile, tras una larga huelga de los trabajadores del salitre, por ordenes de estado, un general de ejército, que pasó a la historia con honores, dirigió las fuerzas de represión que desembocaron con la cruda matanza en la Escuela Santa María de Iquique.

"La masacre más sangrienta de la historia de Chile ocurrió el 21 de diciembre de 1907. Trabajadores de las minas de salitre, una industria que pertenecía en gran parte a capitales extranjeros (ingleses y alemanes), fue a paro el 4 de diciembre demandando condiciones humanas de trabajo y mejores sueldos.
Los sucesos que culminaron en la trágica masacre de la Escuela Santa María de Iquique, el 21 de diciembre de 1907, constituyeron unos de los hitos más emblemáticos del movimiento obrero chileno. La mediación del gobierno durante la huelga, su masividad y su fatal desenlace, le dieron una especial connotación al conflicto, además de afectar profundamente la actividad salitrera y de provocar un fuerte impacto en la época, reflejado en la extraordinaria difusión de los acontecimientos en la prensa.

Aunque el movimiento obrero ya se había visto afectado por otros conflictos que culminaron en sangrientos incidentes como la huelga portuaria de Valparaíso en 1903 y la huelga de la carne en 1905, la singularidad que revistieron los hechos de 1907 le otorgó una relevancia que no tiene equivalencia. Este suceso se convirtió en un símbolo de la lucha social y del "martirio" que caracterizó a la historia popular del siglo XX, además ser un referente para muchos intelectuales y artistas que lo transformaron en tema de estudio y de expresión estética que contribuyeron a preservar la cultura obrera en la memoria colectiva del país.
Pese a que desde principios de 1907, Iquique se encontraba convulsionado por una serie de conflictos debido a la fuerte devaluación del peso y la consiguiente alza de precios, la huelga salitrera propiamente tal, estalló el 10 de diciembre en la oficina San Lorenzo, extendiéndose rápidamente a todo el cantón de San Antonio. Cinco días después, una columna de más de dos mil obreros caminó a Iquique en demanda de mejoras salariales y laborales, bajo la firme decisión de permanecer allí hasta que las compañías salitreras dieran respuesta a sus peticiones. Con el correr de los días la situación se agravó. Mientras que numerosos gremios de Iquique se sumaron al movimiento huelguístico, todos los cantones salitreros se plegaron al paro y, periódicamente, nuevos contingentes de mineros llegaban a la ciudad. Según estimaciones de la época, las cifras de huelguistas oscilaban entre 15 mil a 23 mil personas, lo que implicó que tanto las actividades del puerto, como la producción minera de toda la región, quedaran paralizadas por completo.

El rechazo de las compañías a negociar mientras no se reanudaran las labores, hizo que intervención estatal fuera confrontacional. El ministro del Interior Rafael Sotomayor ordenó restringir las libertades de reunión e impedir por cualquier medio el arribo de nuevos huelguistas a Iquique y el intendente Carlos Eastman decretó restricciones a la libertad de tránsito y ordenó a los huelguistas a abandonar la ciudad el 21 de diciembre, amenanzando con aplicar la fuerza si era necesario. Para entonces, el puerto ya se hallaba resguardado por una numerosa tropa de línea y tres buques de guerra.
Ante la negativa de los huelguistas a desalojar la Escuela Santa María, en donde permanecían desde hacía una semana, el 21 de diciembre el general Roberto Silva Renard ordenó a sus tropas hacer fuego en contra de la multitud. Según testigos, más de 200 cadáveres quedaron tendidos en la Plaza Montt y entre 200 y 400 heridos fueron trasladados a hospitales, de los cuales más de noventa murieron esa misma noche. Los sobrevivientes fueron enviados de regreso a las oficinas o embarcados a Valparaíso.
Las consecuencias de la masacre no se hicieron esperar. La notoriedad pública que alcanzaron los hechos logró conmover a varios intelectuales y políticos, convenciéndolos de la necesidad de abrir el debate sobre la cuestión social, mientras los sectores populares organizados reformularon sus propias estrategias a la luz de las enseñanzas que extrajeron de la tragedia.
Fenatral y sus sindicatos afiliados, se hace una obligación etico-moral, mantener vivo el recuerdo de este lamentable suceso entre sus socios y trabajadores en general, en especial considerando la nula cobertura de los medios de comunicación, y que son la fuente de "información" de muchos chilenos. Ejemplos de lucha, como la de los mineros del salitre, deben ser imitados con igual firmeza y previsión, para evitar que las consecuencias se repitan.

Esta lamentable situación pudo ser conocida por el trabajo de Luis Advis Vitaglich, (Iquique, 10 de febrero de 1935 - Santiago, 9 de septiembre de 2004), quien en 1968 viaja a Iquique y se entera de la matanza de la escuela Santa María, en que miles de obreros, mujeres y niños fueron asesinados en Diciembre de 1907 por el ejército al mando del General Roberto Silva Renard, con motivo de la lucha obrera por reivindicaciones laborales absolutamente justas. Inspirado por estos acontecimientos, Advis escribe 20 poemas que cuentan la historia de la matanza, tomando los datos históricos del libro “Reseña Histórica de Tarapacá” Corren los años sesenta, la denominada "década que cambio el mundo" a causa de que muchos hechos tuvieron cabida en esa época. En Chile no quedamos exentos,vivíamos nuestros procesos sociales y una revolución cultural en que la poesía contestataria del pueblo se hizo melodía tomando ritmos propios del folclore nacional y latinoamericano, pero dando el énfasis en las letras, con profundas críticas hacia toda gestión política, económica o militar que sojuzgaba a nuestros pueblos latinoamericanos. Este género musical se llamó “La Nueva Canción Chilena”. Es en esta etapa de la música chilena es que nace “La Cantata Santa María de Iquique”, compuesta por Luis Advis en 1969 e interpretada por grupo Quilapayun

Ejemplos de lucha, como la de los mineros del salitre, deben ser imitados con igual firmeza y previsión, para evitar que las consecuencias se repitan. Invitamos a complementar esta información visitando páginas amigas que desarrollan en extenso el tema, como el documento del historiador Sergio Grez Toso "HACER RESPETAR EL “ORDEN PÚBLICO” A TODA COSTA". 

Invitamos a ver este Blog, en ediciones de años anteriores
2013  Masacre Santa María de Iquique, 21 XII 1907
2012 Masacre en la escuela Santa María de Iquique.
2011 La Masacre de Santa María de Iquique,
2010 Para mantener en la memoria,
2009 21 de Diciembre 2007, Masacre en la Escuela Santa María de Iquique. Homenaje Fenatral a  los cientos de obreros caidos. 
Para que nunca más ocurra nada parecido, 
. . . los derechos hay que defenderlos día a día,
 . . .y es tarea de todos!!!

1 comentario:

  1. Juan Muñoz Monasteriodiciembre 22, 2014 10:01 p. m.

    Felicitaciones al editor del blog,
    Tal como dijo Einstein sobre el caso de Sacco y Vanzeti, hay que mantener vivo en la coinciencia de la humanidad el caso de los 2 anarquistas impunemente asesinados, del mismo modo debemos conmemorar cada 21 de diciembre esta afrenta a los trabajadores,que desnuda finalmente el hecho que las instituciones democráticas más minuciosamente estudiadas, no son mejores que los individuos que las usan como instrumento,
    Un abrazo fraterno y mis sindicalistas saludos al Directorio de Fenatral

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