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Somos la Federación Nacional de Sindicatos de Trabajadores de Empresas Lácteas y de los Alimentos de Chile, FENATRAL, fundada el 21 de marzo de 1988.
Federación abierta que agrupa Sindicatos de Soprole, Prolesur, Comercial Santa Elena, Quillayes-Peteroa, Lácteos del Sur, Diana Naturals, Lácteos Kumey, Recex y recientemente Sindicato de empresa Elabal y al día de hoy, congregamos sobre los dos mil trabajadores.
Estamos afiliados a la Confederación del Alimento de Chile, Confedach, y a través de ella a la Central Unitaria de Trabajadores, CUT y a la Unión Internacional de Trabajadores del Alimento, U I T A.
Los invitamos a participar en este proyecto, compartiendo información, navegando en los temas expuestos, enviando sus comentarios, aportes y críticas, e invitando a otras organizaciones y amigos a visitar y a enlazar esta página.
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domingo, 31 de marzo de 2013

Antes que termine marzo

. . . Es bueno saber algo más de nuestra historia.
Chile, considerado por mucho tiempo como uno de los escasos países de América Latina con una larga tradición democrática, tampoco queda fuera de la lista negra de estados cuya historia está llena de represión y matanzas. Y lamentablemente al recorrer la historia es posible detectar que el mes de marzo ha estado marcado dolorosamente por diversos hechos, que Fenatral, a través de este Blog, considera un deber moral mantener en la memoria de todos los Chilenos. Hacemos un simple recordatorio, e invitamos a cada uno de nuestros seguidores a obtener mayor información y compartirla en los comentarios de más abajo del texto.
A)  La Masacre de Marusia, Marzo de 1925, y otras relacionadas
La oficina (mina de salitre) de Marusia  en la provincia de Antofagasta. En marzo de 1925, los trabajadores mineros se declararon en huelga para exigir mejores salarios, una jornada laboral más corta, y mejores condiciones de trabajo. Si bien las negociaciones estaban teniendo lugar entre los ejecutivos de la empresa y los representantes de los trabajadores, el ingeniero británico que dirigió la mina, un hombre muy odiado por su hábito de azotar a sus trabajadores, fue encontrado muerto cerca de la mina.
El sindicato, bajo el liderazgo de Domingo Soto, tenía miedo de represalias, y especialmente de otra masacre como la que había sucedido unos años antes en San Gregorio, a mediados de enero de 1921, por lo que se puso en contacto con otras minas, para obstaculizar la llegada de rompehuelgas. El gobierno, por su parte, envió cuarenta soldados bajo el mando del capitan Gilberto Troncoso, que llegó a ser conocido como la "hiena de San Gregorio" por su comportamiento violento.
Los mineros sobrevivientes escaparon con sus familias en las altas montañas. Esto puso fin a la huelga de inmediato, pero el conflicto estalló de nuevo a menos de dos meses más tarde, y condujo a la Matanza de La Coruña.
B)  Valparaíso, 30 de marzo de 1957
En Valparaíso se había constituido un amplio Comando Contra las Alzas. Lo formaban la CUT, las federaciones de estudiantes de las universidades Católica y de Chile, la Confederación Marítima, el Frente de Acción Popular, el Partido Radical, la Falange Nacional, la Federación de Estudiantes Secundarios y la municipalidad porteña. El comando confeccionó un plan de acciones que el miércoles 27 de marzo de 1957 se inició con mítines relámpago de obreros y estudiantes. Se repitieron el jueves y viernes.
C)  Santiago, martes 2 de abril de 1957
La noticia del asesinato de Alicia Ramírez (01 abril), alumna de la escuela de Enfermería de la Universidad de Chile, aumentó la indignación. Poderosas marchas recorren las calles. La policía se vio impotente para contener a los manifestantes. Entonces, el gobierno sacó tropas del ejército a la calle, al mando del general Horacio Gamboa Núñez, jefe de la Guarnición de Santiago.
Al mismo tiempo, las autoridades ordenaron abrir las puertas de las cárceles: decenas de delincuentes salieron a quebrar vitrinas y saquear tiendas y negocios del centro de Santiago. Desataron el caos, creando condiciones para una sangrienta represión. Soldados y carabineros disparaban sus armas contra la gente desarmada, que se defendía con piedras.
Posteriormente, la cifra oficial de asesinados subió a 21. Pero todo indica que la cantidad real fue superior.
Los trabajadores de la mina de cobre El Salvador emprendieron una huelga de solidaridad con los de la mina El Teniente, quienes protestaban contra el costo de la vida; la tropa, mandados por el coronel Augusto Pinochet, abrió fuego contra los mineros. Hubo 8 muertos y 60 heridos. Asesinato de trabajadores en el mineral de cobre de El Salvador el 11 de marzo de 1966. 8 muertos y 37 heridos fue el saldo de la represión. La orden de atacar a los trabajadores, sus mujeres e hijos, en el interior del local del sindicato obrero, por tropas regulares, emanó del ministro de defensa de la época, a cargo de Juan de Dios Carmona.
El diputado socialista Luis Espinoza asesoraba a las familias en la ocupación como respuesta ante la negativa de las autoridades de concederles parcelas para construir sus viviendas. Durante los cinco días siguientes se vivió una calma tensa con visitas de los carabineros comandadas por el comisario Rolando Rodríguez Marbán, que el mismo sábado 8 de marzo llegó a decir a los pobladores que estuviesen tranquilos y que trazaran bien las calles no preocupándose ya que nadie les molestaría. Pero al día siguiente las Ordenes del Ministerio del Interior hicieron cambiar radicalmente la situación.
En la madrugada del sábado al domingo el diputado socialista Luis Espinoza fue detenido y acusado de infracción a la Ley de Seguridad Interior del Estado por organizar seis ocupaciones anteriores, llevándole preso a la ciudad de Valdivia. Al amanecer, doscientos cincuenta carabineros asaltaron, por orden del ministro del Interior Edmundo Pérez Zujovic y de su intendente en la provincia de Llanquihue, Jorge Pérez, a los ocupantes de la Pampa Irigoin. Estos, en previsión del ataque, habían preparado un rudimentario sistema de alarmas a base de latas atadas con alambre a baja altura que provocaron un gran ruido que les despertó. Las versiones de lo que pasó después son contradictorias, pero los hechos no: las chabolas fueron incendiadas y once ocupantes murieron acribillados por las balas de las metralletas de los carabineros.
F)  Hermanos Vergara Toledo, Villa Francia, 29 de marzo de 1985.
Ese día, los dos hermanos Vergara Toledo son interceptados por un furgón de carabineros al mando del oficial Marcelo Muñoz; iban también en el vehículo el subteniente Ambler Hinojosa y los cabos segundos Jorge Marín y Nelson Toledo.
Eduardo Vergara Toledo, el mayor de los hermanos, cayó muerto por impactos de balas. Rafael quedó herido de gravedad. Se acercó a su hermano y lo trata de abrazar. Carabineros lo golpearon y subieron al furgón policial. Se escuchó un disparo. Rafael, que tenía 18 años, fue asesinado con un balazo en la nuca. 
Ambos cuerpos fueron abandonados en la vía pública.
Su familia, en especial sus padres, han llevado durante largos 28 años el pesar de no compartir momentos sencillos con sus seres queridos.
G) Tres Profesores Degollados, Santiago, 30 de marzo de 1985
El 28 de marzo de 1985 fueron secuestrados, en acciones paralelas, Santiago Nattino cerca de su domicilio, cuatro dirigentes de la AGECH y una secretaria en el taller de Comunicaciones de la AGECH. Posteriormente, el 29, fueron secuestrados, desde el Colegio Latinoamericano, José Manuel Parada y Manuel Guerrero. En esa acción fue herido el profesor Leopoldo Muñoz de la Parra, al intentar oponerse a la detención de ambas personas.
El día 30 de marzo, aparecieron los cadáveres degollados de Parada, Nattino y Guerrero, en un sitio baldío de la Comuna de Quilicura.
Los carabineros involucrados en este crimen pertenecían a la DICOMCAR (Dirección de Comunicación e Informaciones de carabineros) al GOPE (Grupo de Operaciones Especiales) y a la Brigada Aeropolicial de carabineros.
Responsables: el general de carabineros César Mendoza (que debió renunciar el viernes 2 de agosto de 1985) y otros 16 carabineros.
Para Fenatral, sus dirigentes y Sindicatos afiliados, el poder mostrar escuetamente estos acontecimientos originados por trabajadores organizados, o jóvenes idealistas, o profesores con la sensibilidad entregada por  la pedagogía, y que dan a conocer sus necesidades, -para que ellas sean retribuidas por sus empleadores-, por manifestarse de manera solidaria con sus semejantes, o simplemente por pensar distinto, es una valiosa oportunidad de invitar a sus seguidores a buscar en la web mayores antecedentes sobre estos y otros hechos penosos de nuestra historia.
Llamamos a recordar, además, que estos y otros funestos acontecimientos, son hechos que nunca debieron haber sucedido.

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