Investigadores en una conferencia sobre cáncer de mama indicaron que esta enfermedad podría ser evitada hasta un tercio de las veces si se realizan ciertos cambios en el estilo de vida; por ejemplo, la comida elegida. Quizás sea una sorpresa para muchos enterarse de un alimento que está directamente relacionado con el cáncer de mama y que se consume a diario mediante la forma de leche o productos lácteos.
El riesgo está al consumir leche de vacas tratadas con la hormona de crecimiento bovino sintética, ingenio genético llamado rBGH, y utilizado por -adivine quién- Monsanto, en alrededor de un tercio de las vacas lecheras de Estados Unidos. Todos los productos elaborados a partir de la leche de estas vacas se encuentran contaminados con esta peligrosa hormona, no importando si es queso, yoghurt, mantequilla, leche entera, etc.
Pero, ¿por qué se utiliza un producto tan nocivo en una fuente importante de la dieta humana? La respuesta es simple: aumentar la producción de leche para ganar más dinero.
A pesar de que la ciencia ha demostrado que esta práctica es dañina tanto para humanos como para las vacas, la rBGH es una versión recombinada genéticamente del recurso natural bovinosomatotropina (BST), que la vacas producen de manera natural en la glándula pituitaria. Aquí es donde Monsanto vio el negocio y desarrolló una versión recombinada gracias a la bacteria Escherichia coli, que comercializa con el nombre de “Posilac”.
RGBH es la droga para animales más vendida en Estados Unidos. Se encuentra prohibida en Canadá, Japón, Australia, Nueva Zelanda y en los 27 países miembros de la Unión Europea debido a sus peligrosos efectos para la salud humana. Múltiples reportajes e investigaciones han intentado hace público el daño que el rGBH causa, pero han encontrado una férrea oposición de las empresas lecheras y farmacéuticas y sus lobbystas en el gobierno.
Ya en 1997, periodistas asociados al canal Fox; Jack Akre y Steve Wilson, intentaron denunciar estos hechos en un programa de la cadena, pero fueron amenzados por los abogados de Monsanto, el canal los intentó sobornar para que guardaran silencio, y ante la negativa de los investigadores, finalmente decidieron transmitir una versión “revisada” (83 ediciones) del reportaje.
Los periodistas llevaron el caso a la corte, que falló a su favor, para luego ser golpeados en la cara por la Corte de Apelaciones de Florida. Se les negó protección y se determinó que los canales de televisión no tenían la obligación de decir la verdad y podían transmitir, en esencia, realidad o ficción como si fueran noticias.
A pesar de las décadas de pruebas sobre los peligros de la rBGH, la Food and Drugs Administration (FDA) sigue manteniendo que su consumo es seguro e ignora sistemáticamente las evidencias de lo contrario.
Incluso las Naciones Unidas, en 1999, decidió por unanimidad no aprobar cualquier estudio que dijera que el consumo de rGBH no es dañino. Esto tuvo como consecuencia un baneó (sic) global a la leche producida en Estados Unidos.
Pero los humanos no son los únicos que se enferman debido a la rGBH. Las vacas lecheras inyectadas con la hormona sintética sufren altas tasas de mastitis, una infección muy dolorosa a las ubres. De hecho, estudios realizados por la propia Monsanto revelan una incidencia del 80% de casos de mastitis en vacas tratadas con la hormona, las que requieren la administración de antibióticos y otros medicamentos. Veterinarios de Canadá encontraron 16 diferentes condiciones médicas perjudiciales derivadas de la administración de rGBH. Algunas son:
* 40% de aumento en la infertilidad
* 55% más de riesgo de cojera
* Menor esperanza de vida
* Leche visiblemente anormal
La conclusión razonable a toda esta información es que la inyección de animales con rGBH es cruel e inhumana, además de producir leche no apta para el consumo.
Para ver la historia de esta investigación censurada por Fox y todo el revuelo que se armó, puedes visitar las siguientes páginas PR Watch y Comunicación Popular.
El riesgo está al consumir leche de vacas tratadas con la hormona de crecimiento bovino sintética, ingenio genético llamado rBGH, y utilizado por -adivine quién- Monsanto, en alrededor de un tercio de las vacas lecheras de Estados Unidos. Todos los productos elaborados a partir de la leche de estas vacas se encuentran contaminados con esta peligrosa hormona, no importando si es queso, yoghurt, mantequilla, leche entera, etc.
Pero, ¿por qué se utiliza un producto tan nocivo en una fuente importante de la dieta humana? La respuesta es simple: aumentar la producción de leche para ganar más dinero.
A pesar de que la ciencia ha demostrado que esta práctica es dañina tanto para humanos como para las vacas, la rBGH es una versión recombinada genéticamente del recurso natural bovinosomatotropina (BST), que la vacas producen de manera natural en la glándula pituitaria. Aquí es donde Monsanto vio el negocio y desarrolló una versión recombinada gracias a la bacteria Escherichia coli, que comercializa con el nombre de “Posilac”.
RGBH es la droga para animales más vendida en Estados Unidos. Se encuentra prohibida en Canadá, Japón, Australia, Nueva Zelanda y en los 27 países miembros de la Unión Europea debido a sus peligrosos efectos para la salud humana. Múltiples reportajes e investigaciones han intentado hace público el daño que el rGBH causa, pero han encontrado una férrea oposición de las empresas lecheras y farmacéuticas y sus lobbystas en el gobierno.
Ya en 1997, periodistas asociados al canal Fox; Jack Akre y Steve Wilson, intentaron denunciar estos hechos en un programa de la cadena, pero fueron amenzados por los abogados de Monsanto, el canal los intentó sobornar para que guardaran silencio, y ante la negativa de los investigadores, finalmente decidieron transmitir una versión “revisada” (83 ediciones) del reportaje.
Los periodistas llevaron el caso a la corte, que falló a su favor, para luego ser golpeados en la cara por la Corte de Apelaciones de Florida. Se les negó protección y se determinó que los canales de televisión no tenían la obligación de decir la verdad y podían transmitir, en esencia, realidad o ficción como si fueran noticias.
A pesar de las décadas de pruebas sobre los peligros de la rBGH, la Food and Drugs Administration (FDA) sigue manteniendo que su consumo es seguro e ignora sistemáticamente las evidencias de lo contrario.
Incluso las Naciones Unidas, en 1999, decidió por unanimidad no aprobar cualquier estudio que dijera que el consumo de rGBH no es dañino. Esto tuvo como consecuencia un baneó (sic) global a la leche producida en Estados Unidos.
Pero los humanos no son los únicos que se enferman debido a la rGBH. Las vacas lecheras inyectadas con la hormona sintética sufren altas tasas de mastitis, una infección muy dolorosa a las ubres. De hecho, estudios realizados por la propia Monsanto revelan una incidencia del 80% de casos de mastitis en vacas tratadas con la hormona, las que requieren la administración de antibióticos y otros medicamentos. Veterinarios de Canadá encontraron 16 diferentes condiciones médicas perjudiciales derivadas de la administración de rGBH. Algunas son:
* 40% de aumento en la infertilidad
* 55% más de riesgo de cojera
* Menor esperanza de vida
* Leche visiblemente anormal
La conclusión razonable a toda esta información es que la inyección de animales con rGBH es cruel e inhumana, además de producir leche no apta para el consumo.
Para ver la historia de esta investigación censurada por Fox y todo el revuelo que se armó, puedes visitar las siguientes páginas PR Watch y Comunicación Popular.
Para Fenatral, sus directores y sindicatos afiliados, temas como el expuesto a través de este Blog, tienen una connotación de interés público, y es por ello que invitan a sus seguidores a estar informados de estos y otros temas afines.
"se determinó que los canales de televisión no tenían la obligación de decir la verdad y podían transmitir, en esencia, realidad o ficción como si fueran noticias"
ResponderEliminarEn Estados Unidos, en Chile y en muchos países la televisión actúa igual.