Un deber natural que nos hemos hecho como FENATRAL a través de este Blog, es mantener en el recuerdo permanente diferentes conflictos laborales y sociales, que han marcado el desarrollo sindical y social en nuestro país, conflictos que han desembocado en matanzas de numerosos campesinos trabajadores, que han luchado por sus derechos y los de sus compañeros de clase, y que han dejado un fuerte ejemplo a seguir, aún en estos tiempos de individualismo, egoísmo e indiferencia por lo que le sucede al de al lado. Es por eso que nos permitimos traer a la memoria hechos trágicos como la Matanza de Ranquil
Los sucesos trágicos ocurridos en el fundo de Ránquil, con una estimación en más de un centenar de muertos, aunque otros antecedentes los elevan a más de trescientos, son una herida permanente en nuestra historia republicana del siglo XX. Entre la última semana de junio y la primera de julio de 1934, en el hoy Ato Biobío tras un masivo plan de Colonización impulsado entre 1881-1914 por el gobierno con la consecuente instalación de quince mil colonos extranjeros (alemanes, franceses, suizos, austríacos, etc.) tuvo como resultado la disminución del patrimonio de los pueblos mapuche, que presionados por la continua enajenación estatal de tierras terminaron como agricultores empobrecidos en el sector de Lonquimay, sumado a las condiciones de trabajo que afectaban a campesinos y obreros del sector. Esta situación era en cierta forma similar a la de plantas salitreras del norte de Chile, en la cual los trabajadores se hallaban fuertemente sujetos a la autoridad de su empleador. Incluso el pago por sus servicios no consistía en dinero sino en fichas, que sólo podían canjear en las pulperías de propiedad del empleador.
Los
campesinos, frente a las condiciones de trabajo y ante las medidas del
ejecutivo reaccionaron organizándose en el Sindicato Agrícola de Lonquimay. Una
delegación encabezada por su presidente, Juan Segundo Leiva Tapia, viajó a
Santiago para intentar revertir esta medida. Como resultado se logró la
derogación del decreto N°3.871 y también, que se dictara uno nuevo, el N°265,
de 27 de marzo de 1931, que convertiría esta hijuela en la Colonia Agrícola de
Ranquil.
Como
secuela de la represión en Ránquil fue postergar indefinidamente el estudio de
la Ley de Sindicalización Campesina, que treinta años después sería promulgada recién a fines de los
años 1960. La ley estableció que la finalidad de las asociaciones sindicales
eran: mejorar las condiciones de trabajo, celebrar contratos colectivos de
trabajo, representar a los trabajadores campesinos en el ejercicio de sus
derechos, por ejemplo, en las negociaciones colectivas, velar por el
cumplimiento de las leyes sobre seguridad social y laboral, así como promover
la educación gremial, técnica y general de sus asociados.
Les invitamos a realizar comentarios e indagar mayor información en diferentes páginas web que informan en detalle los hechos acaecidos en Ranquil, entre otros los siguientes:
- Archivo Nacional Ranquil
- Ranquil entre la sangre y la esperanza
- La Matanza de Ranquil
- Cyber Humanitatis Nº28, Primavera 2003
- Archivo Chile Ranquil
- Literatura Ranquil
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